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Los alumnos han perdido por completo la estructura de la escuela y su educación se ha vuelto un poco más compleja, principalmente porque nadie estaba preparado para transicionar a una educación a distancia en tan poco tiempo. Para este momento ya nos hemos adaptado un poco más e incluso tenemos ya algunos hábitos formados en esta nueva normalidad, algunos de ellos seguramente no tan beneficiosos.
Por ello es importante identificar algunas buenas prácticas para los estudiantes en casa y en general para todos aquellos que pasaron de tener una vida en el exterior a trabajar principalmente desde casa. ¡Cuéntanos las rutinas que sigues en casa para adaptarte mejor!
Aunque hoy en día vivimos pegados a los teléfonos, debido a que todas las actividades se han pasado a un medio digital más que por gusto, lo cual nos acerca a las ventanas de redes sociales como una golosina a la que tenemos acceso sin control. Esta facilidad nos lleva a distraernos con regularidad y de hecho hace a nuestros cerebros adictos a la distracción, por lo que sin darnos cuenta cada pocos minutos estamos de nuevo deslizando la vista por instagram o facebook.
Para esto no hay nada como establecer un horario específico para redes sociales y tratar de respetarlo. No necesariamente significa que visitemos una sola vez las notificaciones de facebook cada semana, si ya nos hemos acostumbrado es probable que esto nos cause más ansiedad, por lo que seguiremos distraídos. Es mejor que establezcamos metas alcanzables, por ejemplo, cada dos horas cinco minutos de facebook. Si no tienes problema puedes poner un solo horario para esto, solo evita hacerlo de noche, porque afectará tus horas de sueño.
Debido al tiempo que llevamos trabajando desde casa es probable que el orden de casa se haya salido un poco de control, con cuadernos hasta en la cama y juguetes entre los libros de la escuela. Esto es perfectamente normal, pero si nos obligamos a conservar el orden y a dividir espacios para que se dediquen a una tarea (aunque sea por horarios si es que se utiliza el mismo espacio para estudiar y dormir, por ejemplo) lograremos sentirnos más seguros y calmados.
También es importante establecer la rutina de recoger nuestras herramientas de forma que al día siguiente podamos reiniciar las actividades sin el peso del desorden del día anterior. No significa ir a fondo con la limpieza, sobretodo si resulta impráctico guardar y volver a sacar, pero despejar el área y guardar los útiles servirá como una señal para que nuestro cerebro entienda que el día se termina, lo mismo al día siguiente, cuando saquemos todo para estudiar, sabrá nuestro cuerpo que nos preparamos para iniciar de nuevo.
Estar en casa nos da un poco de libertad en cuanto al horario en el que dormimos, no necesitamos levantarnos tan temprano y por lo tanto podemos dormir un poco más tarde, todo esto ha hecho fácil recorrer nuestros horarios hasta el punto en el que todo es un desastre, pues nos desvelamos, nos levantamos en diferentes horarios y a veces dormimos diez horas mientras otros días apenas alcanzamos a dormir cuatro. Esto es poco beneficioso para tu cuerpo y para el cerebro, aprender se hace más difícil y mantener la concentración necesaria para estudiar es casi imposible con un cerebro cansado. Lo mejor es que volvamos a tener un horario establecido y de preferencia una rutina propia, no debe ser muy exigente, a cada familia le funcionan diferentes estructuras, pero la certeza de saber en qué consistirán los días nos ayudará no perdernos entre el calendario y a dormir mejor. No te olvides de dormir al menos 7 horas, los más pequeños y los adolescentes podrían requerir hasta 9 o 10 horas para funcionar mejor, así que vigila que esto se cumpla.
Esto es muy importante para todos los aspectos de la vida, el ejercicio físico nos ayuda a estar más relajados, a tener energía, fortalece nuestro sistema inmunológico, sirve para segregar naturalmente químicos que nos hacen felices y mantiene nuestro cuerpo sano. A la vez, para muchas personas es muy difícil adquirir el hábito de hacer ejercicio, pero no necesitas tener rutinas extenuantes, comienza por hacer diez minutos diarios de alguna actividad tranquila y aumenta poco a poco el tiempo y el tipo de ejercicio, poco a poco desarrollarás una mejor condición física, será más fácil hacerlo y te sentirás mejor.
Cuando asistimos a la escuela la estructura nos ayuda a mantenernos al día, sabemos que los martes tenemos ciertas materias, los fines de semana descansamos, por las noches vemos televisión. En este momento ese orden se ha puesto de cabeza, pues las tareas llegan a diferentes horarios, la organización para ver a los docentes depende de diversos factores, a veces pasamos el día perdidos en el mar de actividades y los fines de semana tratamos de ponernos al corriente. Por eso aprender a organizar por nuestra propia cuenta las actividades de la semana nos ayudará en la vida diaria, no solo para el trabajo o la escuela. Así que anota todas las tareas, las fechas de entrega y procura llevar una bitácora de avances, para que tengas siempre presente cuáles son los pendientes, puedes optar por anotar en una libreta o usar una aplicación de tu celular, lo importante es que utilices herramientas que te sean prácticas y con las que te acomodes mejor.
¿Cómo vas con los hábitos en esta cuarentena? ¡Comparte con nosotros tus herramientas y rutinas!