Cada que comienza un nuevo año muchos renovamos nuestro optimismo y nos sentimos listos para cumplir cualquier desafío, sin embargo cumplir propósitos es una de las formas más comunes de afectar nuestra autoestima y sentirnos mal, pues a la mitad del año ese espíritu que sentíamos ha desaparecido y, por el contrario, hemos dejado de lado cualquier objetivo trazado. Esto es tan común y tan conocido que incluso en las primeras semanas del año muchos abandonamos esas metas que nos hacían ilusión durante los primeros minutos.
¿Por qué tenemos propósitos de año nuevo?
Aunque el inicio de año no es, por sí solo, algo determinante, en muchos aspectos representa el cierre de un ciclo y el inicio de otro, por lo que es normal que busquemos acercarnos a él para renovar nuestros objetivos y cambiar en nosotros hábitos o mejorar nuestro estilo de vida. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que la mayor parte de las personas no logran alcanzar sus metas, por el contrario, abandonan todos sus propósitos al poco tiempo.
Nada claro
Uno de los problemas más comunes es que nuestros propósitos son muy vagos y por lo tanto se vuelven difíciles de cumplir, pues aunque parecen muy bien definidos en realidad están poco delineados, por ejemplo, hacer ejercicio, comer sano, ahorrar dinero. Son algunas de las metas más comunes, pero de los que menos cumplimos y es que, aunque parecen ser muy concretos, en realidad son acciones vagas. Por eso, entre más definido esté un propósito más podrás hacer. Si quieres hacer ejercicio, plantea qué ejercicio harás, una clase, caminar, salir a correr, nadar, así como en dónde lo harás, en el parque en tu propia casa, en un gimnasio y agrega un horario para realizarlo, al replantear ese objetivo tendrás más claro qué debes hacer para cumplirlo, por ejemplo, salir a caminar veinte minutos antes de ir a trabajar.
Son muy difíciles
Es verdad que llevar a cabo un cambio o comenzar algo nuevo que realmente transforme nuestra vida diaria no es algo que ocurra de un día para otro, ni algo sencillo. También es verdad que cualquier cambio requerirá mucho esfuerzo, pero lanzarnos a dejar un hábito no tiene que ser difícil el 100% del tiempo, por el contrario, debe ser algo que podamos hacer con sencillez en nuestra vida diaria, por lo que, cuando ya tengas definido tu propósito, trata de reducirlo a una tarea sencilla que puedas llevar a cabo, con el tiempo puedes aumentar el rango de trabajo, por ejemplo: hacer cinco sentadillas cada mañana. En febrero podrás hacer diez.
Escribe y crea un plan
Crear un plan de acción es útil para prácticamente cualquier proyecto que te propongas y en el caso de los propósitos no es distinto. Por ello escribir en una hoja de papel cuál es tu propósito te ayudará a hacerlo concreto y real, si además te das el tiempo de planear los pormenores que cumplir para llevarlo a cabo te sentirás mucho mejor y será más sencillo, por ejemplo, si para salir a caminar 20 minutos por la tarde, traza un plan en tus actividades diarias que te ayuden a cumplir eso, recorre tus horarios para otras tareas, o integra alguna actividad por la mañana para que en la tarde puedas salir, entre más delimitado esté ese plan te será más fácil hacer espacio para tu propósito.
No quieras hacerlo todo
otra de las razones más comunes que dificultan el cumplir propósitos es que al inicio del año queremos hacerlo todo, comer ensaladas, hacer una hora de ejercicio, dejar de fumar y ahorrar dinero, lo cual nos pone en una situación de estrés que inevitablemente nos llevará al fracaso, así que la mejor manera de empezar a cambiar algo es hacerlo poco a poco y una cosa a la vez, no significa que solo puedas cumplir un propósito en el año, pero con un cambio que hagas, después será más fácil integrar otros. Pues el estrés será menor.
¿Tienes una lista de propósitos este año o eres de los que evitan plantearse metas pues nunca resultan? ¡Con estas ideas verás que puedes cumplir lo que desees! ¿Tú tienes algún truco? ¡Compártelo con nosotros!