Algunos estudios han indicado que las vacaciones suelen revertir ciertos aprendizajes en los alumnos, pues dedican mucho a tiempo a otras actividades y el necesario reforzamiento de algunos materiales se deja de lado, como la lecto-escritura o las matemáticas. Aunque algo de esto es verdad, también es importante recordar que no todo el aprendizaje es académico y que incluso dentro del hogar existen muchas oportunidades para repasar lo que nos enseñan en las aulas y para aprender algunas habilidades que no se pueden practicar al interior del salón de clases.
Jugar es una forma de aprender, los niños no solo juegan por diversión o para pasar el rato, todos los juegos son formas de aprendizaje, tanto social, como sensorial o cognitivo, a través de los juegos los niños experimentan el mundo a su alrededor, prueban cierta teorías sin saberlo y descubren, por ello es tan importante que a la par del trabajo académico, exista el espacio para diversión y para el juego.
Es verdad que lo ideal para un niño es salir, jugar afuera con otros niños y descubrir el mundo, sin embargo, hay ocasiones que esto no es tan sencillo, pues el mundo es un lugar riesgoso o sencillamente los padres no cuentan con los recursos y el tiempo para traslados y cuidados adecuados, por lo que los más pequeños acaban por pasar su tiempo al interior de su casa.
La buena noticia es que en casa también podemos tener actividades que refuercen los aprendizajes y les ayuden a descubrir el mundo. Las tareas cotidianas pueden transformarse en oportunidades importantes, por ejemplo, cocinar o lavar la ropa, son momentos en los que se usan medidas, instrucciones, secuencias de acciones, química, física y matemáticas, también pueden practicar su lectura por medio de recetas o tutoriales, además de ser un momento de vinculación entre padres e hijos.
Incluso las actividades que los más jóvenes pueden calificar de tediosas se pueden hacer emocionantes e importantes, por ejemplo leer, aunque para interesar a un niño en la lectura debe ver a sus mayores interesados en la lectura. Nada será emocionante para ellos si nosotros no demostramos que lo es. Siéntate con ellos un rato a descubrir los libros que más le interesan y cómo abordarlos.
Si el temor es que pase demasiadas horas frente a la consola de videojuegos, es importante crear horarios bien establecidos y respetarlos invariablemente, los videojuegos pueden ser también una puerta al conocimiento, así como la oportunidad de desarrollar habilidades importantes, pero también agrega actividades físicas a este pasatiempo.
Escuchar música es, como la lectura, una puerta a mundos diversos. Pueden planear el descubrimiento de un músico de diferentes países a lo largo de la semana, pueden ser clásicos o modernos, con lo que ellos mismos aprenderán a apreciar diferentes ritmos, invítalos a investigar la historia de las canciones que escuchan o la vida de los compositores, a veces mucha música no trasciende en nuestros oídos porque no conocemos más del contexto en que fue creada, pero un tiempo en casa es una gran oportunidad para aprender cosas nuevas.
¿Qué actividades propondrías para fomentar el aprendizaje durante largas estancias en casa? ¡Comparte con nosotros!