En todas las lenguas existen palabras que tienen varios significados al mismo tiempo, algunos relacionados entre sí, pero con frecuencia con significados muy distintos entre ellos. Por ejemplo, la palabra “banco”, que puede significar el lugar donde hacemos transacciones de dinero, un lugar en el que nos sentamos, una grupo de peces e incluso un conjunto de niebla.
Hasta aquí todo normal.
Pero existen ciertas palabras que además de ser polisémicas guardan la particularidad de tener significados totalmente opuestos. Sí, son palabras que significan una cosa y también todo lo contrario. ¿Cómo cuáles? “Absoluto” es una de ellas, que quiere decir “la totalidad de algo” y al mismo tiempo, usada en la expresión “en absoluto”, significa “nada”. Otro ejemplo, sería “nimiedad”, que en el diccionario de la Real Academia de la Lengua nos habla de “cosa de poca importancia”, pero también de “exceso o demasía”. El término oficial para estos casos es enantiosemia y ocurre en todos los idiomas.