Con el avance de la tecnología, nuestros hábitos y costumbres se van transformando, ya sea para mejorar nuestra eficiencia y alcanzar mejores resultados o encontrar una mayor comodidad y practicidad.
Tomar clases no está exento de esta discusión. Si bien para unos las clases en línea pronto serán el estándar en educación, hay quienes defienden el factor presencial como esencial para su funcionamiento. Analizamos algunos aspectos para encontrar ventajas y desventajas en torno a ellos.
Cualquier escuela tiene un horario de trabajo fijo, y si bien hay posibilidades de personalizar las materias que cursaremos, nos vemos ceñidos a lo dictado por la institución. Por el contrario, en línea hay tal variedad de opciones que será fácil encontrar una opción que nos convenga sin importar la hora del día.
Si vives cerca de tu escuela, quizá este punto pueda darte lo mismo, pero en la mayoría de los casos, llegar a tiempo puede ser complicado, pues la gran afluencia de alumnos, maestros y personal provocan tránsito pesado y muchos embotellamientos, nada que ver con lo sencillo que se resulta buscar tu computadora y encenderla.
Un punto que seguramente dividirá opiniones, pues mientras unos prefieren estar en un espacio dedicado a sus actividades escolares y libre de distracciones, otros disfrutan estar un lugar más familiar y relajado, con todas las comodidades. Eso sí, la escuela regularmente contará con materiales y equipo especializado para las clases.
Aquí podríamos declarar un empate, pues la experiencia online limita la posibilidad de implementar ciertas dinámicas del tema en cuestión. Sin embargo, últimamente el entorno digital ha nutrido la cuestión de las tareas, permitiendo compartir fácilmente materiales y fuentes, además de facilitar el envío y la evaluación de las mismas.
Gracias a las comunicaciones digitales, es posible acortar distancias antes infranqueables, pudiendo tomar clases en cualquier momento y entre personas de distintos lugares. Sin embargo, no hay modo real de que la cámara y el micrófono sustituyan la cercanía física con los otros.