Aunque la escuela es un sitio para el desarrollo académico, también es el espacio en que descubrimos nuestros gustos, nos sorprendemos con nuestras habilidades y además desarrollamos fortalezas, autoestima y socializamos.
Por ello dedicar algunas actividades para que nuestros alumnos se conozcan más a si mismos, reconozcan sus fortalezas e incluso sus dificultades nos ayudará a tener un salón de clases con una mentalidad positiva, dispuestos a crecer y mucho más comprometida con su propio desarrollo.
¿Cómo puedes ayudarlos a reconocerse y a desarrollar su autoestima? Aquí te dejamos algunas recomendaciones que el sitio Understood nos comparte:
Muchas veces las fortalezas se revelan a través de los gustos y las pasiones, pues las actividades que disfrutamos nos mantienen enfocados y nos motivan a continuar a pesar de los retos que se nos presenten, así que hacer lo que más nos gusta es una excelente manera de descubrir lo que se nos facilita.
En la escuela solemos destacar en algunas fortalezas y a concentrarnos mejor en el desarrollo de ciertas habilidades, como las matemáticas, la facilidad de lenguaje, la buena memoria, la capacidad de concentración, pero todos tenemos fortalezas distintas. Hablar sobre las diferentes habilidades puede ayudar a los estudiantes a identificar las cosas para las que son buenos, que pueden ir desde la habilidad de reconocer las emociones de los demás hasta el dibujo o la música.
Para ello es necesario que se abra la discusión acerca de lo que son las fortalezas y cómo esto cambia de persona a persona, no temas usar algunos minutos para estas actividades.
Seguramente tus alumnos experimentarán dificultades en distintos ámbitos, quizá alguien que es muy bueno para las matemáticas tendrá dificultad para relacionarse con otros, así como alguien que se le facilita el dibujo tendrá problemas con los números, por mencionar ejemplos. Para ayudarlos y que tu salón de clases progrese, tanto en lo académico como en lo personal, es importante dotarlo de una mentalidad de crecimiento, es decir, ver los retos como una oportunidad para crecer, mientras que las habilidades o incluso la inteligencia se tratan algo que requiere práctica, paciencia, trabajo duro.
Reconocer las fortalezas de los estudiantes, ayudarlos a trabajar en las partes que se les dificultan más y también ayudarlos a reflexionar sobre sus propias capacidades les ayudará a valorar su esfuerzo, mientras se conocen a sí mismos un poco más. Esto tendrá un efecto en el desempeño académico de tus alumnos, por lo que no es solo trabajo extraordinario, sino que es bueno para el aprendizaje.
¿Crees que poner atención en esta clase de desarrollo les ayudará a tus alumnos en la parte académica? ¿Qué estrategias has puesto en práctica? ¡Comparte con nosotros!