La llegada de la pandemia cambió muchas de nuestras actividades, la forma en que las llevamos a cabo y el aprecio que tenemos por algunas partes de la vida cotidiana que perdimos debido al distanciamiento social. Afortunadamente también han surgido oportunidades únicas de disfrutar el día a día con una nueva perspectiva y nuevas herramientas, para ello la tecnología se ha convertido en nuestra principal aliada, pero también en parte de nuestro dolor de cabeza.
En medio de este contexto tenemos momentos importantes para el desarrollo de nuestros alumnos que han pasado desapercibidos o que no se han llevado la atención que en un curso regular se podrían llevar. Las ceremonias de fin de ciclo son una de esas cosas, aunque para algunos parezcan superfluas o innecesarias.
Estas ceremonias suelen ser estresantes, tanto para los alumnos, como para los docentes e incluso para los padres, pues a veces implican un trabajo que nada tiene que ver con la enseñanza, sino con la logística, pero siempre son importantes, la cara de satisfacción de los alumnos es una señal inequívoca de que se llevan a cabo por una razón. La más importante, por encima de todo, es el reconocimiento que ofrecen a los estudiantes, el hecho de terminar un curso es parte de los éxitos y dificultades que los alumnos atraviesan a lo largo de su vida diaria y que implica el fin de un ciclo, algunos de ellos incluso están por llegar a una nueva etapa, como la secundaria o la prepa y este tipo de ceremonias implican un ritual de tránsito entre los momentos de su infancia.
Las clases a distancia y las restricciones para eventos que reúnen cierto número de personas han hecho muy difícil que tengamos estos eventos, pero si nos esforzamos podemos hacer nuevas tradiciones y transiciones.
Precisamente el uso de la tecnología nos permite ponernos creativos y utilizar programas sencillos como Power Point para crear álbumes de fotos o recortes con el que reflexionen un poco del paso del tiempo e inviten a recordar las cosas buenas que han ocurrido a lo largo de los meses, especialmente en este año tan complejo.
Ya sea por Zoom o cualquier programa de conferencias en línea, hacer una reunión con padres y alumnos para celebrar el fin de año es la manera más sencilla de hacer un acto significativo para todos. Puedes aderezar la experiencia pidiéndoles que usen ropa formal, envíen fotos e incluso que compartan alguna actividad especial, como tocar una canción, si conocen de música, crear una coreografía que se pueda apreciar en video (los más jóvenes son expertos en esto), leer algún texto o hasta improvisar una pequeña obra de teatro. La idea es que todos compartan un poco de tiempo en compañía del grupo que estuvo con ellos en una etapa tan importante.
Si bien no podemos organizar una reunión de fin de año como lo hariamos en tiempos normales, si podemos aprovechar algunas zonas de la comunidad o de la misma escuela para que este acto no pase desapercibido. Ya sea en una reunión en la que todos estén en su coche en un estacionamiento o en una plaza pública que permita el distanciamiento entre personas, puedes hacer un acto simbólico de fin de año. Sin duda esto permanecerá en la memoria de tus alumnos por sus particularidades en medio del contexto de pandemia.
De nuevo, al aprovechar la tecnología, podemos crear blogs, diarios o libros de recortes con imágenes, canciones, videos o textos importantes para los estudiantes y almacenarlos en algún espacio de la web. Basta con crear un blog o incluso una carpeta de drive donde ellos mismos añadan contenido que les recuerde a esta etapa de su vida, puedes hacer alguna actividad especial para que todos compartan una reflexión del año que han vivido y de cómo aprecian su vida escolar, a apesar de las dificultades.
Aunque esta dinámica la tenemos reservada para el fin de año, hacerlo en este contexto puede ser útil y divertido. Organiza a tus alumnos para que en los próximos días escriban cartas, hagan dibujos y se los envíen entre ellos de forma anónima, puedes hacerlo también en un espacio virtual que te permita tener control, pero que celebra la unión entre ellos. Tener amigos por correspondencia siempre es un hecho divertido y elegante para celebrar etapas especiales.
¿Has pensado ya en alguna dinámica para celebrar este fin de cursos con tus alumnos? ¡Comparte tus ideas con nosotros!