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La escuela es un lugar increíble para practicar todo tipo de habilidades, no solo se trata de obtener nuevos conocimientos, sino de descubrir nuestro potencial, trabajar en nuestras debilidades y aumentar nuestras capacidades. En el mundo de hoy no es suficiente con saber sumar o restar, es necesario un pensamiento creativo que nos ayude a solucionar toda clase de problemas, pues los desafíos requieren mucho más que conocimientos.
Aquí te damos algunas ideas para encender la chispa creativa de tus estudiantes en el día a día.
Nuestra concepción del mundo muchas veces resulta contraproducente para el pensamiento creativo, porque creemos que un error es lo peor que nos puede pasar, que no tiene solución y que si no lo hacemos bien a la primera nos convertiremos en un fracaso. El problema con esta concepción de las cosas es que nos limita, nos asusta y básicamente nos desanima a intentar cosas nuevas.
Los errores en realidad son la única forma que tenemos de aprender, la experiencia es la fuente del conocimiento y verlos como oportunidades de aprendizaje es la mejor forma de mostrarles a tus alumnos el potencial de su pensamiento. Si logras que tus alumnos se sientan cómodos cometiendo errores tendrás alumnos más creativos, audaces y capaces.
Es común que sintamos que los artistas o los genios son personas elegidas, cuyo talento es lo que los distingue de las demás personas y es gracias a él que logran el éxito.Y si, algunas personas tienen facilidad natural para comprender la lógica de los números o nacen con oído perfecto para la música, pero incluso ellos han tenido que trabajar y estudiar para aprender y la inspiración no es más que el resultado del trabajo continuo. Transmite a tus alumnos la certeza de que la inspiración no es un momento mágico, ni un regalo divino, sino el resultado del esfuerzo constante.
La creatividad no es más que la capacidad de pensar fuera de la caja, de ver las cosas desde otras perspectivas, lo cual ocurre mucho mejor en grupo que dentro de una sola cabeza, por la simple razón de que nuestro pensamiento es uno solo, pero alimentado del pensamiento de otros es como crece, se hace más diverso y se complementa. Trabajar proyectos en grupo, crear ejercicios donde todos los estudiantes puedan expresar sus ideas, alimentar las de otros y expandir sus intereses es la mejor manera de encender la creatividad, tanto de forma individual como colectiva. Además, así combatimos la idea de que no debemos compartir nuestras ideas con los demás, y la intercambiamos por la del pensamiento colectivo.
Incluso en la escuela, muchas veces los alumnos están expuestos a muy pocas ideas, a formas de pensamiento similares y a expresiones artísticas idénticas. Aunque es muy importante valorar nuestra cultura, sea cual sea, también es importante abrir el pensamiento a otras. Haz un espacio en tu clase para compartir con tus alumnos expresiones artísticas y culturales diversas, comparte con ellos música del mundo, libros, arte pictórico, danza e incluso programas de televisión o videos de Youtube que les ayuden a conocer expresiones diferentes a las que acostumbran en su entorno. No porque sean mejores unas de otras, sino porque así podrán abrir su pensamiento y exponerse a nuevas ideas.
Como decíamos anteriormente, estamos acostumbrados a ver a los genios, artistas o científicos como personas distintas al común de la población, pero empoderar a tus alumnos y hacerles ver que ellos también pueden ser artistas, que su pensamiento también es creativo por naturaleza, les ayudará a sentirse seguros, a colaborar activamente en los proyectos y a valorar sus ideas por lo que son, ideas nuevas.
Además del conocimiento, la escuela es el mejor lugar para fortalecernos y conocernos mejor y compartir con los otros todo nuestro potencial, solo se trata de fortalecer el pensamiento creativo. ¿Cómo ayudas a tus alumnos a ser más creativos?