Una vez que los años de juventud comienzan a pasar demasiado rápido es común que nos enfrentemos a una crisis debido a la edad, esto sin importar los años que tengamos. Al cumplir 30, 40, 50 o cualquier nueva década, puede traer consigo un sentimiento de angustia inexplicable que nos hace reconsiderar toda nuestra vida, nuestros planes a futuro y lo que hacemos en ese momento.
¿Por qué tenemos crisis?
Esto se presenta en personas cada vez más jóvenes, pues tal parece que los estándares sociales de éxito son más exigentes, a los 30 esperabas tener una familia, a los 40 una buena estabilidad económica, a los 50 un plan de retiro, a los 60 una vida de éxitos y es inevitable que si estás cerca de tocar algún número sensible entres en crisis, pues no sientes satisfacción con lo que tienes o que el futuro te preocupe cada vez más.
¿Qué NO hacer con ellas?
Todas las crisis representan un cambio en tu vida, si estás cerca de llegar a alguna etapa que representa un hito es posible que desees reevaluar lo que has hecho, ante esto hay dos reacciones: que tomes decisiones apresuradas para cambiar de rumbo porque no te gusta lo que ves o que te hundas en el pesimismo porque no te gusta lo que ves. Ninguna de las dos es la respuesta correcta, pues la primera podría llevarte por un rumbo que realmente no deseabas y la segunda podría llevarte a la depresión. Antes de hacer un cambio grande o de dejarte ganar por la tristeza analiza bien las cosas, sin menospreciarte ni omitir riesgos.
No te compares
El primer paso para llevar a buen término esta crisis es no compararte con otros, tus éxitos, tus logros y tus errores son solamente tuyos, y si alguien a quien conoces ya ha conseguido comprar su jet privado o descubres de pronto que entre los más exitosos del mundo hay personas más jóvenes que tú, no significa que debas lograr eso también. Lo que sí es importante es que observes tu recorrido y te des cuenta cuáles han sido tus prioridades, según tus acciones podrás ver a qué le has dedicado más tiempo y a partir de ahora puedes evaluar si eso es lo que deseas. Si durante los últimos diez años has dedicado tu tiempo al trabajo, pero descuidaste a tu familia, tal vez sea el momento de voltear las cosas. No importa lo que decidas, importa que seas honesto contigo mismo y hagas lo que realmente deseas.
¡Es la edad!
A estos factores sociales de expectativa y éxito se suma, muchas veces, la preocupación por el envejecimiento, algo que puedes temer sin importar la edad que tengas. Aunque es un proceso inevitable debes saber que hay mucho que puedes hacer para ayudar a tu cuerpo a enfrentar los cambios, pues conforme pasan los años, todo funciona de manera distinta. Cuida tu salud, aliméntate sanamente y haz ejercicio, esto especialmente te ayudará en el aspecto físico y mental, pues se ha comprobado que la actividad física le ayuda al cerebro a mantenerse joven. También debes darle placeres como la música, la lectura, las amistades y las actividades recreativas, esto lo mantendrá activo y en busca de nuevos caminos.
Sin importar la edad que tengas, podrías estar en medio de una crisis al sentir como pasa el tiempo, aunque es normal que replantees tu vida y tus objetivos (y hasta podría ser positivo), también es importante que te liberes de la angustia de lograr ciertas cosas. Toma tu tiempo y recuerda que todos somos distintos y buscamos cosas diferentes.