Fue inevitable, las vacaciones de invierno terminaron y ya estás de nuevo al frente del salón de clases. Este regreso es complicado, pues, aunque te gustaría mantener el mismo entusiasmo que tenías al iniciar el ciclo escolar, en verano, seguramente ahorita te cuesta mantener arriba el ánimo, pues incluso los alumnos han adoptado diversas actitudes.
Aquí van algunos tips para que tu energía persista y logres sobrevivir en esta segunda mitad del ciclo, no será sencillo, pero lo puedes lograr. Recuerda que tu trabajo en el salón de clases es muy importante, pero para que todo funcione tú mismo debes sentirte bien.
Consigue un poco de tiempo para ti
Quizá este sea siempre uno de los tips más difíciles, pero que siempre debemos tener en mente. Ser maestro es un trabajo agotador y requiere mucha energía, tanto emocional como física, pues eres el receptor, mediador y soporte de tus alumnos, que muchas veces llegan a ti con frustraciones, problemas en casa y dificultades para su aprendizaje, por eso es imprescindible que tomes al menos unos minutos a diario para cuidarte, darte un baño que te relaje, escuchar música, cantar, dibujar, bailar, hacer algún deporte o algo que renueve tu energía y te ayude a relajarte.
Si te es muy difícil encontrar el momento comienza por periodos breves, cinco minutos al día que obligatoriamente sean para ti, poco a poco puedes agregar más tiempo hasta conseguir un buen espacio que te aleje del estrés.
Conectar y expresarse
Otra cosa que tiene este trabajo es que, muchas veces, estás solo. No hay nadie en el salón de clases que conozca las situaciones que vives a diario, pues aunque las autoridades o tus compañeros tengan noción de lo que ocurre adentro, diariamente eres tú quien convive con los alumnos, los conoce y se enfrenta a los desafíos que cada estudiante tiene. Ese peso de estar solo con ellos puede ser agotador, por eso es muy importante que construyas una red de apoyo, muchos maestros, como tú, pasan por distintos problemas, ellos te podrán comprender, aconsejar o simplemente escuchar. Conectar con otros maestros y acudir a ellos de vez en cuando, puede hacer que la carga de estrés disminuya, te sentirás acompañado y será más fácil encontrar el equilibrio.
Pide ayuda
Esa recomendación de tener un círculo que te apoye nos lleva a la siguiente: pide ayuda. Por alguna razón, pedir ayuda es visto como un signo de debilidad o ineptitud, pero es todo lo contrario. Nadie tiene los conocimientos, los talentos y la experiencia completa para resolver todo por sí solo, pero muchas veces nos exigimos aciertos todo el tiempo como si ser perfectos fuera un requisito indispensable. No te dejes aplastar por esas presiones y comienza a pedir ayuda cuando sea necesario, es importante para que tu nivel de estrés se mantenga al margen y podría darte perspectivas que no te imaginas.
Reflexiona
Darte un tiempo de vez en cuando para recapitular y reflexionar sobre lo que ocurre a diario en tu salón de clases puede ser la mejor herramienta para que llegar a fin de cursos sea más fácil. Escribir un diario o incluso crear un blog para compartir tu labor diaria como docente con otros maestros o con el público en general puede ayudarte mucho para observar tus procesos y entender cómo ocurren ciertas cosas, además te permitirá ordenar mejor tu pensamiento, organizar tus estrategias y observar con mayor claridad los obstáculos que se te presenten. Hazle un espacio en tu rutina diaria a la reflexión, sin juzgarte ni juzgar a otros, sin presionarte y sin sentirte mal. Esto te ayudará mucho en el futuro.
Conecta con tus alumnos
Una vez que establezcas que cuidarte es una prioridad, estarás listo para llegar con tus alumnos. Conectar con ellos más allá de la simple exposición de clase es muy importante, por lo que conocerlos mejor, saber qué les preocupa o que desean es una gran herramienta para que tus clases fluyan. Crea tiempo en tus clases para escuchar a tus alumnos, observalos y registra lo que descubras de ellos, te será más fácil interesarlos en las clases si ellos notan que te importan. Sabemos que tus alumnos son lo más importante, pero ellos también deben saberlo.
¿El regreso a clases ha sido fácil o difícil? ¡Cuéntanos qué estrategias utilizas para llegar a fin de ciclo sin que el estrés gane la batalla!