En medio de la incertidumbre que nos rodea, la emoción de volver a las aulas y de reencontrarnos con los alumnos cara a cara se puede ver opacada por la tensión de un nuevo sistema. Ya no estaremos a distancia, pero tampoco estamos seguros de que volveremos al mismo ritmo al que estábamos acostumbrados. Lo más probable es que tengamos que organizar un ritmo mixto, con la oportunidad de ver a los estudiantes, pero no de estar con ellos todas las horas ni con todos al mismo tiempo, un aprendizaje híbrido.
Ante estos escenarios se hace obvia la necesidad de adaptarnos de nuevo, de buscar nuevas metodologías y combinar los medios tradicionales con todas las herramientas que hemos obtenido en estos meses de pandemia. Aquí te dejamos algunas ideas que Juliana Finegan, autora en Edutopia, sugiere para que este regreso sea tan organizado y efectivo como sea posible.
Esta es una de las recomendaciones que más se repite para muchos tipos de retos distintos y es que la organización y la seguridad de una estructura ayuda a todos, no solo a los estudiantes, a sentirse más tranquilos en distintos aspectos. Desde la parte emocional, que se ve beneficiada por el orden, la repetición y la seguridad de saber que todo continuará de acuerdo a un patrón, como en aspectos más prácticos, como el saber en dónde, cuándo y por qué podemos acceder a recursos, materiales, lecciones o consultas. Así que lo mejor que puedes hacer en esta transición es buscar un orden, por ejemplo, que el sitio en donde los estudiantes tengan acceso a sus recursos sea siempre el mismo y se organice de forma predecible, así como los días y horarios para contactar contigo o repasar ciertos temas.
Esta también es de las recomendaciones que ayudan en muchos aspectos y que además cobran importancia al pensar en una enseñanza híbrida, pues esto ayudará a que nadie se quede atrás y que incluso quienes tienen dificultades de acceso a las tecnologías o que no pueden asistir con regularidad a las sesiones obtengan los recursos necesarios para continuar con su escolarización. Crear una comunidad fuerte y empática ayudará a que tanto padres, como alumnos se interesen por el bienestar de los compañeros, que propongan estrategias para todos y que piensen en sus propias dificultades como retos a superar.
¿Cómo organizar una comunidad fuerte? A través del diálogo, la escucha respetuosa y la convivencia entre compañeros. Lo mejor es ir formando estrategias para que todos compartan un poco de quienes son y qué pueden hacer por el otro.
Sin duda un aprendizaje híbrido implica todavía mucho trabajo de parte de los alumnos, quienes se sentirán más apoyados en compañía de sus maestros o de otros estudiantes, pero el regreso aún requerirá de un esfuerzo continuo para desarrollar habilidades y acercarse a conocimientos por sí mismos. Por ello es importante poner atención a las habilidades necesarias para esto, las cuales muchas veces no se enseñan. Busca técnicas de estudio, ideas para concentrarse mejor y creación de guías de estudio con las que ellos puedan apoyarse al estudiar en casa, a veces solo necesitamos saber el cómo para llevarlo a cabo.
En este contexto, la enseñanza ya no se trata de transmitir conocimientos, sino de lograr que estos se queden en los estudiantes, que les interesen y que se relacionen con el mundo a su alrededor, el cual está lleno de retos complejos. Por ello es momento de poner manos a la obra e integrar metodologías que hagan de los datos un conocimiento práctico, busca ideas para el Aprendizaje Basado en Proyectos o en Problemas, Design Thinking o ejercicios como la Gamificación, todo esto ayudará a que se acerquen con interés a lo que aprenden.
Sin duda se avecinan nuevos retos, pero como docentes estamos preparados para continuar aprendiendo y apoyando a los estudiantes con nuevas ideas, nuevas estrategias y recursos para todos. ¿Qué opinas del aprendizaje híbrido?