A veces hay alumnos cuya fama los precede, ya estuvieron en grados anteriores con maestros que conoces y te ha tocado escucharlos al tener dificultades o simplemente son esos alumnos conocidos por toda la escuela, pues no dejan de hacer travesuras y desafiar las reglas. Si en tu salón de clases hay uno de esos niños que traen historia y que ha hecho difícil el avance del ciclo escolar, queremos darte algunas recomendaciones para atravesar esa situación.
Sin etiquetas
El primer paso es evitar dejarse llevar por las cosas que otros maestros, otros alumnos o incluso otros padres dicen de él o ella. Cada uno ha tenido una experiencia distinta al darle clase o convivir con ellos y es importante recordar que no siempre contamos las cosas como fueron, sino como las recordamos o cómo las experimentamos, que es algo muy distinto a los hechos. Recuerda siempre escuchar, pero no formarte ninguna opinión sin conocer primero. No dejes que tu alumno pase por el salón con la etiqueta de grupos pasados o experiencias anteriores, pues se etiquetarán a sí mismos, repetirán esas conductas cada vez más y perderán el interés por cambiar. Es mejor dejar que las cosas se cuenten por sí solas.
Ponte en sus zapatos
Entre más pasas tiempo con un alumno difícil es más complicado ver diferentes miradas de una misma historia, pues nos desafía todo el tiempo con su conducta o sus dificultades imponen nuevos retos, pero es muy importante que nunca pierdas la perspectiva. Ponte en sus zapatos de vez en cuando e intenta pensar cómo se siente. Busca siempre los porqué detrás de su conducta. ¿Cómo se siente este alumno de ser siempre el regañado? ¿Qué sentiría si veo que mis compañeros son diferentes? Esas respuestas te ayudarán a encontrar el camino hacia él o ella y, especialmente, te recordarán que desde su asiento tampoco es sencillo.
Trabaja en el cariño
Llegar a encariñarse con el alumno perfecto es sencillo, los alumnos que se preocupan por los otros y que se esfuerzan a diario son los que más se ganan nuestro corazón, pero cuando nos topamos con alguien que nos reta y nos hace la vida difícil, a veces es muy complicado quererlo. Sin embargo, estos alumnos suelen ser los que más necesitan de comprensión, apoyo y cariño. Recuerda que en la vida de tus alumnos tú eres una figura muy importante y podrías llegar a ser tú quién represente un cambio para él, alguien que lo vea diferente y que vaya más allá de sus etiquetas.
Preocúpate activamente por desarrollar sentimientos positivos hacia él. Antes de llegar al trabajo date el tiempo de pensar en uno solo de tus alumnos, todos necesitan de tu atención y darla de forma individual, todo el tiempo, es imposible, por eso utiliza el camino al trabajo para pensar en uno solo de ellos, para crear vínculos con ellos y pensar en soluciones para los problemas que tengan. A veces, cuando tienes un alumno difícil requiere de tu atención más días, más tiempo y eso está bien.
Comunicación
No siempre es fácil encontrar el camino, pero abrir los canales de comunicación cambiará todo alrededor del estudiante. Trata de hablar con él y de transmitirle tus intenciones, posiblemente lo primero que encuentres sea una barrera, pero no desesperes, seguramente tu paciencia se verá recompensada. Si la forma en que comúnmente te relacionas con tus alumnos falla, intenta alguna otra, hazle notas, habla con él de forma privada y no olvides elogiarlo cuando haga algo positivo, pero recuerda ser muy específico: llegaste a tiempo, te esforzaste por cumplir, reflexionaste antes de responder, etc. Habla con él o ella siempre que puedas.
Expectativas
Modera tus expectativas con respecto al alumno. Si de entrada no esperas nada de su conducta o sus tareas, se dará cuenta de inmediato y nunca se esforzará, pero si ves que cambia y de pronto esperas de él grandes avances o tareas perfectas, se desesperará o sentirá demasiada presión. Tus expectativas son importantes para ellos, por eso moderarlas es importante.
Nunca pierdas contacto con sus padres
Sí, es probable que si este alumno ha tenido problemas desde hace tiempo, sus padres no seas muy comprensivos ni lo apoyen mucho. No importa, tu siempre debes mantener contacto con ellos. Haz reportes constantes y envía las notas a sus padres, tú lleva un registro con lo que respaldes lo que ocurrido en el salón y no dejes de buscarlos, no importa la respuesta que obtengas. Esto tal vez no cambie, pero tú mantén el esfuerzo.
¿Has tenido un alumno que representa retos continuamente? ¡Cuéntanos qué estrategias usaste para que no se convirtiera en un desastre!