El regreso a clases está muy cerca y sabes que, muchas veces, tus alumnos y tú vuelven un poco distraidos e inquietos, por decir algo, finalmente fueron dos semanas que interrumpieron todo el orden y no siempre es fácil recuperar el ritmo. El problema es que comienza la última etapa de este ciclo escolar y necesitas que tus alumnos se concentren. ¡No te preocupes! Aquí van algunos tips para que tú y tus alumnos comiencen con el pie derecho.
Una de las cosas que más ocurren durante las vacaciones es que la rutina se rompe por completo, si bien no deberíamos perder la estructura general, si es normal que algunos horarios y hábitos de la temporada escolar se alteren. Por ello, unos días antes de volver a la escuela es importante recobrar algo de la rutina. Levantarnos cada día más temprano, acostumbrar nuestros horarios de comida y quizá dedicar unos minutos a actividades como leer o estudiar nos ayudarán a re-adaptarnos con mayor facilidad a la rutina diaria.
Ya en días de escuela, como profes, es importante tener conciencia de que nuestros estudiantes vienen de un periodo vacacional que suele ser intenso, por lo que entenderlos y dar algunos días para reajustar las expectativas de orden, atención y disciplina puede ser útil para ellos y nosotros. Piensa en algunas actividades que permitan a los niños esparcimiento y relajación, mientras las combinas con ejercicios de atención y respiración, en menos de una semana estarán listos para recobrar el ritmo que tenían antes de las vacaciones.
La verdad es que esta pequeña pausa vacacional no es más que una oportunidad para recargar pila, pues los meses que les siguen son los más intensos y exigentes. El fin de ciclo escolar está muy cerca, por lo que las temporadas de exámenes están a la vuelta de la esquina. Procura charlar con ellos al respecto y da oportunidad de hacer repasos, esto les ayudará a recordar y estar preparados.
Es común que los adultos nos sintamos abrumados cuando las tareas, los exámenes, el cambio de horario, volver a la escuela tras las vacaciones y todos los pendientes se hacen presentes, pero es importante recordar que nuestros alumnos y nuestros propios hijos se dan cuenta de nuestras actitudes, por lo que si mostramos fastidio y enojo ante sus responsabilidades e incluso sus dificultades, ellos mismos se sentirán frustrados. Procura ver estos retos como un proceso en el que padres, maestros y alumnos se sientan parte de la solución y no la fuente de los problemas.
Seguramente tus alumnos volverán a clases de un periodo completamente loco, algunos habrán salido de viaje, otros se habrán desvelado todos los días y otros quizá ya no recuerden ni un solo concepto de los que revisaron antes de salir de clases. Tú puedes apoyarlos a integrarse nuevamente al ritmo escolar añadiendo un poco de estructura a tus clases, designa horarios para organizar tu día, prepáralos previamente, diles cuánto tiempo ocuparás en las actividade y los temas que revisarán en las primeras semanas, permite que ellos mismos se anticipen a lo que pasará y dales métodos para medir el tiempo, así se sentirán más seguros y lograrán estar cómodos durante el día a día.