Aunque es conocido por todos que un buen elogio nos levanta el ánimo y nos hace el día, a veces como profesores no tomamos esta poderosa herramienta en cuenta. Se trata de una excelente estrategia para impulsar el aprendizaje en los alumnos, pues genera vínculos entre profesor y alumno, ya que establece un buen ambiente en la relación, mientras le ayudas a concentrarse en lo positivo, aumentas su autoestima y refuerzas que la escuela es un sitio seguro, agradable e interesante.
Esto no significa que el profesor tenga que lanzar elogios por todo durante el día, al contrario, deben usarse de forma metódica y bien dirigida. Aquí van algunos tips para elogiar a tus alumnos.
Antes que nada está la honestidad, pues tu alumno se dará cuenta de inmediato si comienzas a lanzar elogios de forma exagerada o sin una razón verdadera, es importante que no te exaltes ni hagas una fiesta por todo, simplemente se trata de reconocer el esfuerzo cuando alguien lo haya hecho bien, pero no de premiarlo todo, ni de fingir que algo te alegra cuando no es así. Tú mismo debes dejarte sentir ese elogio.
Saber por qué elogiarás a tus alumnos es importante, no se trata de decirle que es un gran alumno por cumplir con una tarea, pues esa es su obligación, pero si tu alumno ha superado algún obstáculo que le impedía hacer esa tarea, entonces merece un elogio. Piensa en todos tus alumnos, en las cosas que se le dificultan y en el esfuerzo que ponen en cada situación, para cada uno puede haber felicitaciones distintas, así como para el grupo en general.
Cuando le digas a alguien que lo ha hecho bien, trata de ser muy específico sobre qué hizo bien; no es lo mismo felicitar a tu alumno de forma genérica a felicitarlo porque en su tarea cuidó mucho la ortografía, es importante que los alumnos sepan exactamente qué hicieron para merecer tus palabras.
Elegir el momento para hacerlo es igual de importante, porque no siempre puede ser agradable si se hace en público, por ejemplo. Estudios sugieren que a los niños, entre más pequeños, más les gusta recibir felicitaciones en medio de toda la clase, pero los adolescentes prefieren escucharlos en privado. Considera la personalidad de tus alumnos, la razón detrás de una felicitación y su edad, esto es muy importante.
Elogiar a tus alumnos puede generar un sentido de comunidad entre ellos, si tú, como profe, trabajas una dinámica positiva, ellos entrarán con la misma energía. Choca los cinco, ponles retos de grupo, felicita a todo tu salón cuando superen algún reto y, especialmente, anímalos a elogiarse entre ellos. Verás que esto los impulsa a trabajar en equipo para recibir tus felicitaciones.
¿Sueles felicitar a tus alumnos o sueles ser un poco difícil para soltar algún elogio? ¡Trata de hacerlo más seguido! Tus alumnos lo apreciarán y entrarán con mucho ánimo a tus clases. ¡Cuéntanos si has aplicado esta idea!