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El Trastorno de Espectro Autista es una condición que ha aumentado su prevalencia con los años, posiblemente porque su diagnóstico se ha hecho más preciso y completo que en años anteriores, por lo que es cada vez más probable que los profesores de todos los grados tengan en sus aulas pequeños o adolescentes con esta condición. El TEA es precisamente un espectro porque sus características son muy diversas y varían de persona a persona, por lo que implica un reto para la educación muy complejo. Diseñar estrategias específicas para cada estudiante es poco efectivo cuando se trata de grupos enormes y es posible que esto se haya agudizado con la llegada de la educación a distancia y los retos que esto ha traído consigo.
El también llamado simplemente autismo es un trastorno neurológico y de desarrollo que afecta principalmente la forma en que una persona se comunica con los demás, aunque también tiene importantes implicaciones en el aprendizaje y percepción del mundo. La mayor parte de las personas con autismo tienen dificultades para comunicarse, algunos incluso son no verbales, tienen problemas para identificar las expresiones faciales de las personas o decodificar su lenguaje no verbal. También se da un pensamiento poco flexible, por lo que el cambio abrupto de la rutina diaria puede significar un reto para alguien con autismo y muchas veces se acompaña de variaciones de sensibilidad a los estímulos visuales, auditivos, olfativos, táctiles y de gusto. Algunos presentarán hipersensibilidad, mientras otros hiposensibilidad.
Anteriormente el Síndrome de Asperger se diagnosticaba aparte, pero actualmente se incluye en el TEA, así como el Trastorno de Desarrollo Generalizado No Identificado. Y aunque es una condición muy diversa es importante tener en mente que no afecta su inteligencia, los niños TEA no son necesariamente genios, ni tienen necesariamente un déficit intelectual. Pero sí aprenden de formas distintas.
Como todos los niños y jóvenes, los alumnos con TEA han experimentado importantes retos en su educación durante los últimos meses, es posible que la adaptación inicial haya sido muy difícil por el cambio tan repentino en su rutina diaria, pero también es posible que algunos se hayan sentido más cómodos conforme se acostumbraron a las nuevas condiciones. De todas formas, la educación a distancia implica ciertas dificultades para el docente, especialmente si queremos transmitir instrucciones que no podemos ejemplificar en el aula o, por ejemplo, si queremos comunicarnos durante una sesión de clase. La retroalimentación del estudiante con TEA puede no ser muy comunicativa en comparación con la de sus compañeros y esto en un contexto de cámaras y micrófonos apagados puede ser más difícil.
Para mejorar nuestro intercambio con los estudiantes, en general, nos conviene ser muy específicos y cuidadosos en cuanto a las instrucciones que damos. Para una persona con autismo puede ser difícil seguir un proceso cuando los pasos son vagos o dan muchas cosas por hecho, como información que se considera ya tiene el alumno. Encontrar referentes anteriores puede ser difícil para algunos estudiantes, por lo que lo ideal es que desgloses tus instrucciones de forma muy precisa y detallada cada vez. Por ejemplo, para la realización de un trabajo o la carga de tareas, procura tener a la mano instrucciones visuales, como un video, o una lista de pasos a seguir. Y si existe algún cambio en procesos habituales ser muy claro con ello.
Algunos estudiantes con TEA podrían tener una forma particular de mostrar interés en la clase, así como dificultades para expresar sus necesidades o para socializar con sus compañeros, por lo que esperar una participación activa durante las sesiones podría no ser muy realista, en algunos casos. ¿Cómo entonces podemos obtener retroalimentación de estos alumnos? La mejor manera de invitarlos a participar es ampliando las formas de comunicación. Quizá algún alumno sea especialmente visual, quizá alguno se exprese mejor de forma escrita, quizá para algunos un examen oral sea un reto pero para otros una ventaja, pues escribir sus pensamientos no es tan sencillo. Busca que todos tus estudiantes tengan una forma de expresión, sé flexible con tus requerimientos y busca alternativas, como el dibujo, los mapas conceptuales, los videos, los audios y los textos escritos. Es complicado quizá revisar tantos medios diferentes, pero es posible si damos oportunidad en algún momento a todos para comunicarse mejor.
Para algunos alumnos con TEA estar en casa podría ser beneficioso, el convivir con menos estímulos como los compañeros que hablan o las luces fluorescentes del salón de clases les podría ayudar a concentrarse mejor, así como el estar en un ambiente que ellos sienten controlado y seguro. Si aún así los papás de tus alumnos te comunican que les cuesta ponerlos a estudiar, exploren su ambiente, quizá existan ruidos molestos o la entrada de luz les ha resultado dañina. Es posible que al moverse, girar, morder algo o balancearse, estos alumnos encuentren la regulación que necesitan para concentrarse, así que limitarlos a estar quietos o en silencio podría ser contraproducente. Como padres y docentes, formen un equipo que les ayude a conocer mejor a los niños o adolescentes. Pequeños ajustes podría hacer toda la diferencia.
Una de las grandes preocupaciones de padres y docentes en estos momentos es el aspecto social de los más pequeños y es que no es lo mismo estar en casa y ver a los compañeros a través de una pantalla o comunicarse por mensaje que correr en el patio de recreo. Y en el caso de un pequeño con TEA podría ser una preocupación mayor, pues son personas que tienden a aislarse, pero no siempre implica esto que no deseen comunicarse con los demás. De hecho la tecnología podría ser un recurso extraordinario para unir comunidades y ampliar el círculo social de cualquier alumnos.
Es común que las personas con TEA tengan algún interés particular, pueden ser dibujos animados, series, animales, periodos históricos, videojuegos o cualquier otro tema y este suele ser un gran umbral de entrada para comunicarse con ellos, compartir e interesarlos en otros aspectos y en este caso podría ser el pretexto perfecto para invitarlos a unirse a comunidades de interesados en dicho tema, en línea existen una gran cantidad de foros que dedican un tiempo importante a sus intereses y aquí podrían encontrar la socialización que necesitan, explora con ellos estas herramientas y anímalos a participar. Recordemos que buscar alternativas comunicativas para los pequeños que tienen problemas con el lenguaje es esencial.
¿Has tenido algún estudiante con TEA? ¿Cómo organizaste u organizas tus clases para apoyarlo? ¡Comparte con nosotros tus estrategias!