Matemáticas es una de las materias que más problemas suelen presentar para los alumnos, en primer lugar es una asignatura que relacionamos mucho con la inteligencia y que para muchos significa un dolor de cabeza desde el inicio de la vida escolar. Esto significa que creemos que somos buenos o malos para matemáticas y que algunas personas nacen con una habilidad natural para los números, mientras otros no.
Aunque es posible que algunos nazcan con una habilidad especial para comprender números y conceptos matemáticos rápidamente, también es verdad que, como cualquier otro tipo de conocimiento, simplemente se requiere práctica y concentración para resolver y lograr buenos resultados en problemas matemáticos.
Aquí hay algunas estrategias para que ayudes a tus alumnos a sentirse más cómodos con las números.
A veces, después de clases muy difíciles y muchas explicaciones no logramos confirmar si nuestros alumnos han absorbido realmente los conceptos de la clase de matemáticas, pues llegan a ser muy abstractos y complejos. La mejor manera de saber si alguien ha comprendido al 100% un concepto es pedirle que se lo explique a alguien más, esto servirá para que los alumnos descubran sus dudas y aclaren sus conceptos.
Además es verdad que nadie ha comprendido verdaderamente algo si no se lo puede explicar a otra persona, así que pídele a tus alumnos que expliquen lo que acaban de aprender como si debieran decírselo a un niño muy pequeño.
A veces las matemáticas combinan diversos tipos de problemas, no solamente numéricos y en ocasiones lo que frustra a nuestros alumnos no son las matemáticas por sí mismas, sino confusión sobre la información de los problemas.
Cuida el proceso con el que tus alumnos resuelven estos problemas, sobretodo aquellos que integran palabras y cifras o conceptos. Lee con ellos varias veces y haz que ellos lean los problemas con atención, pueden establecer diversos protocolos que les ayuden a dividir la tarea en tantos pasos como sea necesario. Esto es de mucha ayuda especialmente cuando un alumno tiene dificultades con la función ejecutiva, con la que las tareas parecen confusas y complejas.
Es importante que para resolver problemas se planteen primero cuál es el proceso que deben seguir, el tipo de operaciones a realizar, así como el orden de los pasos en los que necesita segmentar la tarea. Aunque para algunos resulta instintivo ver estas soluciones para otros es necesario hacerlo paso a paso.
Hay materias que se tornan cada vez más serias conforme avanza la vida académica de los estudiantes. Entre ellas las matemáticas, cuyos conceptos se hacen cada vez más difíciles y si existe un pequeño rezago al cabo de pocas clases este será mayúsculo, lo que hace que los estudiantes se estresen con facilidad.
Integrar un poco de diversión en el aula y durante las clases ayudará a relajar la tensión, hacerlos sentir más seguros y confiados, además de emocionados con la clase. No se trata de hacer de todo un juego, sino de integrar una pequeña chispa divertida que elimine la aparente seriedad de las materias, tu actitud ante los problemas, el humor con el que llevas la clase son pequeños ingredientes que pueden servir para que tus alumnos se tomen las cosas con más calma.
¿Cómo haces para acercar a tus alumnos a las matemáticas?