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La epidemia de covid-19 en nuestro país nos ha mantenido fuera del aula durante ya algunos meses y aunque al parecer seguiremos así unas semanas más, pronto nos prepararemos para regresar a los salones de clases y estar
Además de las medidas sanitarias que ahora serán imprescindibles, los docentes debemos también pensar en cómo será el curso escolar, en condiciones tan complejas como las que hemos visto, incluso en escuelas de otros países que poco a poco han reabierto sus puertas. ¿Qué podemos hacer para estar listos?
Si algo aprendimos en la pandemia es que muchas cosas pueden suceder a la distancia, quizá nuestros alumnos, particularmente, no tengan una conexión muy estable para dar clases en línea pero si podemos implementar algunas ideas para que ellos en casa puedan mejorar o estudiar, especialmente si es que en algún momento y debido a algún brote deben suspenderse las clases.
Esto también nos lleva a una cuestión muy importante y es que la mayoría de nosotros nunca habíamos dado clases en línea y quizá muchos de nuestros alumnos tampoco habían tomado antes clases a distancia, por lo tanto tuvimos que invertir mucho tiempo en una curva de aprendizaje para adaptarnos a los nuevos medios o los recursos que teníamos a la mano. Así que pensar en prepararnos un poco más en este aspecto podría ayudar mucho en el futuro, aunque no tuviéramos que repetir la experiencia, podríamos obtener nuevas armas para elevar la motivación y profundizar el aprendizaje.
Si antes de la pandemia ya se hablaba de la importancia de este aspecto en la educación, en estos momentos es esencial. Recordemos que la cuarentena ha obligado a la población a estar al interior de su casa, a convivir de forma continua y forzada con la familia entera y en algunos casos a sufrir presión económica, también existen muchos casos en los que una familia ha perdido uno o más miembros. Todo esto nos afecta, tanto a los alumnos como a nosotros mismos, de forma emocional y cognitiva, por lo que tener en cuenta estrategias de autorregulación, de autoexploración y para propiciar la empatía entre los miembros de nuestro salón es muy importante, pues sabemos que para aprender las emociones juegan un papel esencial.
Por otro lado, la distancia social también ha mantenido a los amigos lejos y a los niños solos en casa, toda esa experiencia, por placentera que sea en algunos aspectos, también es desafiante en otros, pues nos deja sin el contacto físico de la amistad y el cariño, reconocerlo nos ayudará a avanzar.
Esta situación nos confirma una vez más lo importante que es formar un equipo cuando de educación se trata, sin el apoyo de los padres, de las autoridades administrativas, de otros docentes, del director y hasta de los propios alumnos ninguna clase podría llevarse a cabo. Esto no siempre es sencillo, no siempre podemos lograr las condiciones necesarias para maximizar los resultados, pero es muy importante que nosotros hagamos todo lo que está en nuestras manos para lograr esto. Crear estrategias para involucrar a los padres, hacerles ver cuáles serán las estrategias en el aprendizaje a distancia, hablar con ellos de la educación socioemocional y de estos aspectos que impacta en la educación de sus hijos es muy importante. Habla con ellos, recuerda que reconocer las fortalezas es muy importante para poder hablar de las áreas de oportunidad.
¿Qué has aprendido tú en esta temporada? ¿Cuáles serán los desafíos para el curso que comenzará? ¡Comparte con nosotros!