El año está por terminar y el ambiente navideño ya se siente en todas partes. Los lugares públicos se llenan de luces poco a poco, las temperaturas descienden rápidamente y las hojas se caen de los árboles a gran velocidad, una hermosa temporada para convivir con la familia y para desesperarse ante la torre de pendientes que crece sobre el escritorio de los maestros.
Aunque las festividades hacen que los alumnos se emocionen con facilidad, también da una carga de trabajo extraordinaria. Los festivales en las escuelas, las evaluaciones y la presión de acabar a tiempo, antes de los exámenes, es una temporada de mucha tensión para los maestros, que deben cumplir un temario, captar la atención de alumnos distraídos y conservar el espíritu navideño.
Aquí te damos algunas recomendaciones para que sobrevivas a esta época, de luces, estrés y villancicos.
Busca un pasatiempo
¿Hacer algo más? Parece un consejo erróneo cuando lo que tienes son varios pendientes en la escuela y la casa, pero necesitas un espacio para relajarte un poco y dejar de pensar en todas las cosas que te hacen daño, por lo que encontrar un pasatiempo divertido y relajante podría convertirse en el mejor antídoto. No tiene que ser algo muy complejo, ni muy serio, pero reunirte una vez a la semana con otros maestros para jugar juegos de mesa o integrarte al equipo local de quidditch podrían salvarte del estrés.
Haz algo nuevo
En consonancia con tu pasatiempo, podrías dedicar una media hora de tu agitado día para hacer algo completamente distinto. Incluso podrías introducir un cambio a tu rutina diaria al aprender una nueva receta, leer un libro diferente a lo que lees habitualmente o iniciarte en la lengua de señas son pequeñas cosas que puedes hacer desde casa y que mantendrán activa tu mente, te distraerán del estrés y podrían llevarte a una pasión aún no descubierta.
Crea una ola de buena energía con tus alumnos
El pretexto de las fechas puede servir para comenzar con tus alumnos una cadena de buenas acciones o buenos deseos para tu comunidad escolar. Organiza una actividad en tu salón de clases para que tus alumnos y tú escriban notas de agradecimiento a algún miembro de la comunidad escolar o lleven a cabo pequeñas buenas acciones, como hacerle un cumplido a alguien, ayudar a otro en una tarea o saludar a sus compañeros con un abrazo.
Lleva un diario de las cosas buenas
Aunque el estrés del día a día sea cada vez más abrumador, date unos minutos al día para tomar nota de las cosas buenas que pasaron. ¿Te encontraste una moneda? ¿Uno de tus alumnos logró llegar a tiempo a clases? ¿Viste a una persona ceder el asiento a alguien? Hacer una nota diaria de cosas pequeñas, pero positivas que te pasen día a día podría cambiar tu perspectiva de las cosas.
Comparte con otros maestros
Si piensas que eres el único que siente la presión de estos días es porque no has conversado los suficiente con otros maestros. Muchos están en una situación similar, quizá sin darse cuenta, pero desde noviembre y hasta las vacaciones de diciembre, los maestros están en constante estrés. Así que habla con ellos y compartan sus experiencias, sino encuentran una solución definitiva, seguramente podrán divertirse un rato.
¿Sientes presión por las fiestas que se acercan? ¿Cómo lidias con esas presiones?