La ola de calor no da respiro, en todo México las temperaturas son extremas, el sol es muy brillante y las noches sudorosas, esto crea muchos problemas para llevar a cabo actividades diarias. Estar en un salón de clases con muchos niños y una temperatura difícil puede hacer las clases pesadas y lentas, además tus alumnos o tu mismo podrían sufrir un golpe de calor inesperado, algo que pone en riesgo la salud de todos.
Todos hidratados
Normalmente en los salones se prohíbe consumir alimentos y bebidas, quizá para evitar pequeñas inundaciones, pero, en esta situación, es muy importante que los niños y tú mismo estén hidratados. Déjalos tener una botella en su mesa para que se refresquen de vez en cuando, pues la deshidratación puede ser riesgosa y le quitará la atención a tus alumnos.
Si en tu salón entra luz natural evita prender la luz eléctrica, pues tenerala encendida sólo aumentará la temperatura del salón. Aprovecha la luz del día y ahorra un poco de energía.
Si las ventanas cuentan con persianas o cortinas, ciérralas; en caso de que no las tengan utiliza hojas de papel o papel de china blanco, esto permitirá que la luz pase y evitará recibir el rayo de sol directo, lo cual calentará las aulas.
El recreo y la clase de educación física son momentos importantes para los alumnos, porque pueden dejar el aula, pero el sol de estos días pone en riesgo su salud. Procura llevar a cabo estas actividades a la sombra, cuida que las actividades no los sofoquen demasiado y, si es posible, pídeles que lleven una gorra y protector solar. También vigila que tomen agua constantemente.
Otra medida para mantener la temperatura del cuerpo regulada es comer alimentos frescos. Recomienda a tus alumnos que lleven fruta para el día y no olvides llevar algunas para ti. Esto les ayudará a mantenerse atentos durante el día, a pesar de la temperatura.
A veces cumplir con el uniforme es un martirio, especialmente cuando las temperaturas no ayudan y las telas son muy gruesas. Si es así, permite a tus alumnos que cambien algunas prendas por otras más frescas que sean acorde a sus uniformes, esto puede ser una gran solución (camisas o blusas blancas más delgadas, por ejemplo), deja que tus alumnas se bajen las calcetas durante la clase y escucha sus sugerencias para reducir el calor.
¿Cómo haces para que tu clase sobreviva el calor? ¡Cuéntanos qué medidas han tomado y si les han funcionado! Otros maestros podrían tomar tus ideas.