Nuestro ciclo escolar ha llegado a su fin, el periodo vacacional implica un momento para relajarnos, descansar y ponernos al día con algunos pendientes, pero también es un momento de calma que anticipa algunos cambios. Esos alumnos con los que hemos pasado tantos meses se van a otro grado y quizá nosotros también, tal vez nos movemos con nuestros alumnos, pero ahora daremos otro grado, cambiaremos de salón de clases o algunos compañeros se van mientras nuevos llegan.
El fin y el inicio de clases son sinónimos de cambio, algo que a muchos de nosotros nos pone un poco incómodos y es normal, pues inevitablemente, cuando algo cambia es porque algo se ha perdido, pero también porque algo nuevo hemos ganado.
Son inevitables
Ante un cambio lo primero que hacemos es resistirnos a él, queremos que todo siga de la misma manera, aún si sabemos que eso es imposible, de cierta manera nos negamos a que los cambios ocurran, eso los hace más difíciles. Para transitar por un periodo de cambio lo mejor es aceptar que las cosas deberán ser distintas, aun si no nos agradan del todo.
Temor y valentía
Muchas veces escuchamos que debemos enfrentar las cosas “sin temor”, pero esto no es fácil, pues el miedo es una respuesta natural ante algo que no sabemos si será beneficioso o negativo, por eso no debemos reprimir nuestros miedos, por el contrario, debemos enfrentarlos y solucionarlos. La mejor manera de enfrentarlos es identificarlos, saber qué y por qué nos da temor nos permitirá explorarlo y darles una solución. ¿Nos da miedo dar un grado distinto? Lo mejor es investigar a fondo qué temas veremos y prepararnos, así el miedo disminuirá y estaremos mejor preparados para enfrentarlos.
Todos nos adaptamos
Algo que debemos saber es que el ser humano brilla por su capacidad de adaptación, aunque le tome cierto tiempo, al final acabará por adaptarse, por eso hay que dejar a un lado las preocupaciones y los temores. Tener en mente que, sin importar lo que ocurra, seremos capaces de crecer con la situación y adaptarnos a ella puede acabar con la duda o la incertidumbre.
Hacerlo solo
Aunque acabemos por adaptarnos, podemos hacer que ese cambio sea el más cómodo posible, y para eso ayuda mucho que nos acompañemos de nuestros amigos y nuestra familia. Expresar nuestros temores e inseguridades es clave al momento de superarlos y fortalecernos, así podremos escuchar otras ideas y nos sentiremos acompañados.
Involucrarnos en el cambio
Otra manera de enfrentar esto es involucrarnos con el cambio, formar parte de las cosas y participar en todos los cambios que se presenten, así conoceremos a fondo de qué se tratan y sentiremos menos temor cuando las cosas sean realmente diferentes.
¿Sueles ponerte nervioso cuando hay cambios? ¡No te preocupes! Todo toma su curso, simplemente dale tiempo y no te resistas. ¡Cuéntanos tú cómo te adaptas a los cambios!