En el 2013, los niños indígenas de la zona Triqui de Oaxaca sorprendieron al mundo por su gran habilidad para jugar básquetbol, pero lo que dejó perplejos a muchos es que jugaran descalzos.
La historia de los “Gigantes descalzos de la Montaña” comienza cuando Sergio Ramírez Zúñiga, jugador de primera fuerza de la Liga Mexicana de Básquetbol, llegó a esta comunidad en el 2006 y fue testigo de la pobreza extrema en la que viven estos grupos indígenas. Asimismo, se sorprendió de la habilidad de los niños para jugar este deporte.
Consternado por la marginación y alentado a su vez por estos extraordinarios niños, tres años más tarde emprendió un proyecto que busca mejorar las condiciones de vida de estos pequeños.