Ser maestro es una actividad muy exigente, no se trata sólo de explicar algunas cosas, calificar exámenes y dar tarea, se trata de un trabajo muy emocional, que requiere varias habilidades combinadas. Quizá es debido a lo importante de esta labor por lo que alrededor se han creado muchos mitos sobre cómo debería ser, pero llegó el momento, rompamos con algunos mitos sobre la docencia, para que las clases sean más fáciles y más efectivas.
Para los estudiantes, el maestro suele ser una figura que lo sabe todo (al menos para los más pequeños) o que, por el contrario, no sabe nada del mundo actual. Sea cual sea la edad de tus alumnos, si es muy exigente para los maestros la visión de que el docente necesita saberlo todo y responder de inmediato todas las dudas que pueda tener el alumno. Como modelo de tantos estudiantes, aceptar que no lo sabemos todo, pero que tenemos la capacidad de ir a investigarlo y aprender algo nuevo, es muy importante. También para ti mismo, como docente, es importante darte permiso de aprender, de no saber algo y de mostrar a tus alumnos que no es necesario saberlo todo.
Este paso es difícil, porque nos enseñan que pedir ayuda es mostrar debilidad. No tengas miedo de pedir ayuda cuando sea necesario, de preguntarle a otros maestros sobre algunas dinámicas, de acercarte a otros profesionales si lo necesitas, de hablar con alguien cuando estés abrumado. Pedir ayuda es muy importante y no es una debilidad, sino una muestra de confianza, seguridad y fortaleza.
Aunque es verdad que la educación es un tema de mucha seriedad, la escuela en sí misma no puede ser un lugar completamente serio. Por ello agregar recursos divertidos, un poco de risa y juegos a la clase es sano y necesario, pues ahora sabemos que las emociones juegan un papel muy importante en el aprendizaje, así que algunas emociones positivas reforzarán lo que demos a los alumnos en el salón de clases.
Antes la escuela era vista como un lugar en donde el maestro era quien tenía siempre la razón y los alumnos quienes solo iban a adquirir conocimientos, pero hoy en día la escuela y el salón de clases son mucho más que eso, pues los estudiantes no pueden ser pasivos, ni los maestros los únicos que hablen durante las sesiones. El proceso educativo es mucho más complejo. Darles voz a los alumnos y hacerlos protagonistas de su propia educación.
¿Hay otras ideas que creas que debemos desterrar de dar clases? ¿Crees que algunas de estas deberían permanecer? ¡Comparte con nosotros!