Ser docente no es sencillo, ni tampoco es solo un trabajo. Ser docente es un estilo de vida y es algo que está presente en todo momento, pues aunque hayamos dejado el salón de clases nuestra vocación por enseñar nos sigue a todas partes. Aunque puede ser agotador, también es muy gratificante y hay pequeñas cosas que quizá ninguna otra profesión pueda regalar.
Aunque este día del maestro tendrá que ser particular y celebrarse lejos de las aulas, no podemos dejar pasar la oportunidad de recordar por qué amamos dar clases ya a nuestros alumnos. A ti, ¿qué es lo que más te gusta de ser maestro?
Pocas profesiones dan la oportunidad de hacer un cambio en la vida de las personas como la docencia y, especialmente, un cambio tan positivo. Solo los docentes conocemos a los niños de una forma tan particular y extraordinaria, además de que colaboramos en el futuro de la sociedad. Cada niño que pasa por nuestras aulas se convertirá en el futuro en un miembro activo del cambio y durante el curso que nos toca enseñarles podemos hacerles ver sus capacidades, ayudarlos a ser seguros de sí mismos, a conocerse y a sentirse seguros. Sin duda, la mejor parte de ser maestro es impactar de una forma tan particular en la vida de cada uno de nuestros estudiantes.
La labor del docente está siempre en evolución. Mucho se dice que los niños de ahora no son como los de antes y es verdad, de muchas maneras cada generación aporta algo distinto y lo que sabemos hoy de la docencia es muy distinto a lo que sabíamos hace unos años. Por ello, el docente también evoluciona y aprende. Algo increíble de ser maestro es la oportunidad de aprender cada día de nuestros alumnos, pues sabemos que nos enseñan tanto como nosotros a ellos.
Aunque cualquier profesional necesita mantenerse actualizado en su ramo, quizá no haya profesión para aprender tantas cosas de tantos tipos como la del docente. Es necesario, pero también un deseo continuo de los maestros el buscar cursos nuevos, sobre temas tan diversos como ciencia, psicología, pedagogía, incluso de nuestra materia, según la asignatura que enseñemos, pues siempre hay algo nuevo que aprender.
También es privilegio de los docentes el unirse a comunidades más que a centros de trabajo. La escuela es un espacio mucho más grande de lo que parece, pues dentro de las instalaciones, la comunidad entera se congrega para aprender, comunicar sus aspiraciones, sus necesidades. Todo el equipo que forman los maestros, los directores y todo el personal administrativo de las escuelas pueden llegar a crear lazos tan fuertes como los que se forman dentro de las familias. Un docente que haya vivido eso sabe que no está solo en el aula, que es respaldado por su propio equipo y que así su labor tendrá una gran trascendencia.
¡Ahora te toca a ti! Cuéntanos cuáles son tus aspectos favoritos de ser docente y por qué amas este trabajo. ¡Comparte con nosotros!