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No es un secreto que la actividad física es una parte muy importante del desarrollo de cualquier niño, la oxigenación, la liberación de estrés, la coordinación y muchos otros factores que se ponen en práctica a través de la activación física nos son útiles dentro del aula, pero en muchas ocasiones se han colocado como contendientes el uso del tiempo para el estudio y para el deporte, con lo que se han construido diversos estereotipos que no ayudan al desarrollo integral de las habilidades de nuestros estudiantes.
En realidad el deporte es muy importante, no solo por su aportación al equilibrio saludable en la vida de los alumnos, también para el aprendizaje académico y para el desarrollo social y emocional de los pequeños, áreas tan importantes que cada día toman más importancia en la totalidad de la escuela. Aquí te hablamos de algunos beneficios que los deportes pueden tener en tus alumnos.
Una de las características de los deportes es el trabajo en equipo y la construcción de un sentido de comunidad. Incluso en aquellos deportes que son individuales se trabaja junto a un equipo que busca lo mismo: crecer y mejorar en su área de desarrollo. Así la comunicación entre miembros es clave, se desarrollan conexiones profundas y en general se buscan los mismos objetivos, ganar una competencia, mejorar el rendimiento, todo esto hace natural el intercambio emocional y personal, los niños y jóvenes se relacionan mejor entre ellos, aprenden a sortear juntos las dificultades y entienden que una buena comunicación es la clave para resolver muchos problemas, pues juntos avanzan hacia mejores resultados.
Al mismo tiempo, de forma individual, los alumnos se dan cuenta de la importancia de sus acciones para el conjunto, son sus propias decisiones, disciplina y persistencia las que en conjunto ayudan a todo su equipo. Con lo que desarrollan una empatía que se comprende en el grupo a partir de la experiencia personal, donde cada miembro aporta su talento, sus habilidades y su esfuerzo.
Cualquier atleta sabe que en el deporte todo segundo cuenta, tanto para cambiar los resultados en un partido, como para tomar decisiones que afectan el desempeño de todo el grupo. Y cuando practicamos cotidianamente un deporte nos preparamos para tomar decisiones bajo presión, incluso sin darnos cuenta, la práctica y la disciplina nos da experiencia para tomar mejores decisiones, confiando en nuestro equipo y en todo el esfuerzo que hemos realizado para llegar a ese momento. Sin duda este aprendizaje se lleva fuera de la cancha, por lo que aquellos jóvenes que practican deportes tienen mejor reacción ante situaciones cotidianas de estrés.
Al mismo tiempo, la práctica cotidiana de un deporte nos enseña mucho sobre manejo de tiempo, autorregulación, se fomenta la concentración e incluso la tolerancia a la frustración, todas cuestiones que a veces se complican cuando hay un problema con la función ejecutiva. Si bien puede ser difícil al inicio, la práctica cotidiana y natural de un deporte puede ayudar mucho a fortalecer estos aspectos en la vida diaria.
Cuando practicamos un deporte inevitablemente veremos cómo mejoramos conforme practicamos, crecerá nuestras habilidades, se fortalecerá nuestro cuerpo y de forma natural sentiremos que avanzamos. Estos pequeños reconocimientos nos ayudan a construir una autoestima positiva. Adicionalmente nos ayuda a desarrollar mentalidad de crecimiento, pues sabemos que al practicar alcanzaremos nuestras metas, pero también tendremos nuevos objetivos, pues aunque seamos mejores no lograremos el éxito absoluto y eso solo hace espacio al crecimiento continuo, el cual logramos a través del esfuerzo y no de un talento dado.
Por otro lado, en el deporte conoceremos la derrota, el trago amargo de no ganar todos los partidos ni todas las competencias, pero con la visión de la próxima victoria, podremos fijar nuevos objetivos para no dejarnos caer por pequeñas pérdidas. Siendo nuestra empatía tan importante al momento de competir, porque sabemos lo que otros equipos han pasado y cómo se sienten ante un momento de victoria o de derrota.
Una parte esencial de todo esto es una buena guía, donde el docente o entrenador tenga en mente todos estos aspectos desde un punto de vista positivo y bien construido. Por ello es tan importante su figura, no solo por la parte del deporte en sí mismo, sino por todo lo que su trabajo implica para el alumno. ¿Crees que organizar equipos deportivos en tu escuela pueda ser de utilidad para tus alumnos en el aula? ¡Comparte con nosotros tus ideas!