Todos recordamos la emoción de los intercambios en la escuela, desde que se hacían los sorteos, averiguar los gustos de la otra persona y hasta el día en que finalmente dábamos y recibíamos los regalos.
Sin embargo, también es cierto que no siempre salen como esperábamos debido a una serie de contratiempos y malentendidos. Ahora que eres el maestro, te compartimos algunas recomendaciones para ayudarte a que todos pasen un gran momento.
Especialmente entre más pequeños sean tus alumnos, pero aplica incluso para bachillerato. Involucrar a los padres en los intercambios es muy importante para que después no tengas reclamos y para tratar que todos salgan satisfechos. Bueno, lo más posible.
Aunque los intercambios son buenos pretextos para dar y recibir regalos aprovecha esta oportunidad para que tus alumnos se conozcan más. Ese momento del día en que entregarán sus regalos, úsalo para romper el hielo entre ellos con alguna dinámica o algún juego previo o posterior a la entrega. Puedes pedirle a tus alumnos que escriban cartas de agradecimiento, juegos para que se diviertan y pasen buenos momentos y estrategias para que conversen un poco o compartan sus ideas.
Es típico: llega el día esperado, alguien entrega un regalo muy bonito y muy bien pensado y cuando le toca recibir el suyo… nada: el niño que iba a darle no fue, o no lo llevó. Evita esto de antemano y procura llevar un par de detalles para que nadie se vaya con las manos vacías. No necesitas invertir mucho, ni romperte la cabeza, un detalle sencillo es suficiente.
Al final, uno aprecia los regalos no sólo por el objeto, sino por el sentimiento y la intención con que se nos dan. Que ellos sólo sean un pretexto que les permita a tus alumnos acercarse y conocerse mejor, así como fortalecer la unión del grupo.
¿En tu salón o con tu clase haces intercambios? ¿Cómo haces para que todo resulte bien? ¡Comparte con nosotros!