Uno de los ciclos escolares más complejos está por terminar, este año tuvimos de todo, desde la angustia por la incertidumbre de la pandemia, hasta el privilegio de compartir con nuestra familia muchas más horas de las que normalmente tendríamos. Pero no fue nada fácil, de hecho podríamos hablar de uno de los años más difíciles para la enseñanza y para los estudiantes, así que vale la pena reflexionar un poco al respecto y dejar que los niños o adolescentes también tengan un momento para esto.
Quizá después de un ciclo tan difícil lo único que deseamos es dejar atrás toda la experiencia y encaminarnos hacia el futuro, sin embargo es importante saber que de todo aprendemos algo y reconocer los momentos difíciles nos ayudarán a saber que somos capaces de superar las dificultades de la vida, pero también para recapitular sobre nuestras acciones, sobre nuestras actitudes y sobre cómo mejorar ante nuevos retos. Esta reflexión nos ayudará porque podremos ver las cosas con la distancia que proporciona el tiempo.
Trabajar de la mano con nuestros alumnos para establecer esta reflexión es muy importante, la guía que podemos darles y las pautas para el análisis harán más fácil el andar de nuevo sobre nuestros pasos. Aquí hay algunas sugerencias.
Los proyectos que involucran escribir son perfectos para reflexionar, funcionan también para dejar ir algunas emociones y renovar nuestras energías, pues nos obliga a ver las cosas desde una nueva perspectiva, a través de una voz que no es solamente la que escuchamos de forma interna siempre. Analiza las cosas para plasmarlas en una redacción, nos ayuda a re-pensarlas y también a verlas desde fuera. Es el proceso perfecto para trasladar nuestra emoción más visceral hasta un análisis detallado y claro de cómo nos hemos sentido, cómo avanzamos en este proceso y qué obtuvimos de ello. Escribir es, de hecho, una gran forma de terapia en muchas circunstancias.
Pídele a tus alumnos algún proyecto sencillo de escritura, en el que plasmen un poco de lo que aprendieron este año. El simple hecho de detenerse a pensar sobre qué o cómo escribir podría ser lo que necesitan para darse cuenta de lo mucho que les dejó el ciclo escolar. Puedes activar su análisis a través de algunas preguntas como “¿Cuánto cambiaste en este ciclo escolar?” ¿Qué te gustaría decirle a tu yo del ciclo pasado y del ciclo que comenzará?” “¿Qué aprendiste este año que no te gustaría olvidar?” o con instrucciones como “Escribe una carta a tu yo del pasado”, “Escribe una historia donde tú seas el personaje principal y atravieses de nuevo el ciclo escolar que termina. ¿Qué harías igual? ¿Qué harías diferente?”
Indudablemente el arte tiene cualidades terapéuticas, por si solo nos relaja, nos ayuda a expresar nuestras emociones de forma tan abstracta como son algunos de nuestros sentimientos, además nos obliga a estar en un momento de absoluta reflexión, solos con nuestro proceso creativo. Así que puedes pedir algún proyecto que tenga como objetivo el expresar a través de las imágenes, los colores o las formas el ciclo que está por terminar, con sus mejores momentos, pero también con los momentos más difíciles. Pueden ser proyectos sencillos, como un dibujo, o proyectos que combinen algunas ideas del punto anterior, por ejemplo, crear un cómic en el que se narre esta reflexión podría ayudar mucho a cerrar un ciclo importante.
Y ya que nuestros estudiantes son del siglo XXI, también podríamos optar por una opción que se ajuste más al tipo de productos que ellos esperan hacer o admiran de otras personas, por lo que un video blog, un reel de Instagram, una serie de videos en Tik Tok o hasta un podcast podrían ser lo soportes perfectos para esta misión. Claro que de antemano puedes postular algunos parámetros que además les ayuden a crear contenido con la planeación logística que esto implica, como escribir el guión antes de realizar el video, planear las secuencias visuales y dibujar un storyboard. Todo ello hará que el proyecto sea interesante para quienes están interesados en crear esta clase de contenidos porque les harán ver que al planearlos obtendrán mejores resultados y le servirán para re pensar lo que han vivido en el último ciclo.
Otro proyecto que este año puede ser aún más significativo que en otras ocasiones es el de la cápsula de tiempo, que se trata de buscar objetos, escribir cartas y dibujos que simbolicen lo ocurrido hasta ahora, para guardarlos en una caja que no debería abrirse, a menos que alguien en el futuro la encuentre, quien encontrará pedazos esenciales de quiénes éramos nosotros en el momento en el que cerramos dicha cápsula. Aunque este es un proyecto que se extiende mucho hacia el futuro, puede hacerse importante si consideramos que para elegir esos fragmentos que hablen de nosotros implican una reflexión sobre lo que fue más importante para nosotros a lo largo del ciclo.
Uno de los ciclos más importantes está por terminar y quizá sea necesario no dejarlo ir sin un análisis o una reflexión. ¿Crees que podrías plantear estos proyectos con tus estudiantes?