La habilidad lectora es muy importante para cualquier estudiante, porque, conforme avanzan en su camino académico, la necesitarán cada vez más, para investigar, aprender y repasar, por ello, a lo largo de la vida es esencial que tengamos a la mano herramientas y estrategias que conviertan a los alumnos en ávidos lectores. Sin embargo, a veces, para algunos alumnos, la tarea de leer no es una cuestión de gusto o de hábito, sino de dificultades y frustraciones.
La dislexia es un trastorno de aprendizaje que causa dificultad para leer, principalmente, pero también puede derivar en problemas al escribir y faltas de ortografía constantes. Es muy importante distinguir que la dislexia no se relaciona con la inteligencia de una persona, sino con una cuestión neurológica que hace difícil descifrar los símbolos que representan las letras y formar significado con ellas.
¿Cómo podemos ayudar a un alumno con dislexia?
Añadir muchos recursos gráficos en nuestras clases, permitirle grabar las sesiones o enseñarle a tomar apuntes esquemáticos, por medio de cuadros sinópticos y mapas mentales pueden cambiar por completo la experiencia de un estudiante con dislexiaen el aula, pero para el momento de estudiar y de acercarse a nuevos conocimientos el uso de herramientas como audiolibros o aplicaciones para convertir los textos a voz puede implicar un gran cambio.
Este recurso es muy interesante, especialmente con la llegada de la tecnología a nuestra vida diaria, se trata de grabaciones, muchas de ellas ambientadas o con el uso de diferentes voces para los libros de ficción, que básicamente leen en voz alta cualquier tipo de texto. Existen en el mercado numerosas aplicaciones ya que ofrecen audiolibros de todo tipo y en plataformas como Youtube y Spotify podemos encontrar opciones totalmente gratuitas.
Con la interrupción de las clases presenciales muchos materiales se han compartido en video, audio e imagen, sin embargo la responsabilidad de estudiar por cuenta propia es mucho mayor para los alumnos, y la mayoría de los materiales con los que cuentan en casa seguramente son en texto, por ello es importante tener otras opciones. Los audiolibros han comenzado a hacerse un lugar entre las personas que disfrutan de la lectura, pero tienen poco tiempo y hacen otras actividades mientras escuchan contenido, por ello hay cada vez más plataformas que ofrecen audiolibros para todas las edades. Audible o Storytel son algunas de ellas.
Un audiolibro puede permitirle a un estudiante, que ha sentido toda su vida que un libro es un enemigo, descubrir la magia de las palabras desde una perspectiva totalmente distinta, a un ritmo más parecido al de sus compañeros y con el mismo resultado. Sin duda, para alguien que batalla constantemente para resolver tareas o repasar sus apuntes, tener de pronto una herramienta auditiva puede ser una gran ventaja.
Para muchas personas la perspectiva de usar un audiolibro es como hacer trampa, porque socialmente tenemos la idea de que leer es una actividad muy solemne, que requiere de cierto intelecto, que forma parte de una obligación para aprender y que en ocasiones asociamos a algo reservado a intelectuales, por lo que buscar una alternativa relativamente más fácil es como hacer trampa, algo que no puede contarse de la misma manera que una lectura. Es muy importante, para lograr que nuestros estudiantes se conviertan en lectores, dejar atrás esos mitos sobre esta actividad, pues debe ser una tarea placentera y no una obligación, debe ser accesible y agradable. También debemos saber que escuchar un audiolibro si es equivalente a leerlo, porque nuestro cerebro obtiene la misma información, aunque lo hace desde otro impulso, el canal auditivo en lugar del visual. Al mismo tiempo implica el desarrollo de la imaginación y de diferentes procesos mentales, muy similares al acto de leer.
Es importante también ser conscientes de que todos los estudiantes merecen tener herramientas que les ayuden a resolver sus tareas, a aprender y a estudiar, no importa si sus barreras de aprendizaje son muy profundas o no lo son tanto. Si un alumno requiere lentes, pero con poco aumento, igualmente necesita usar lentes, y lo mismo ocurre con herramientas de ayuda para otras necesidades, como podría ser el uso de audiolibros o de aplicaciones que convierten el texto en voz, como Vozvibe, que ofrece incluso distintos tipos de voces y tiene un plan gratuito para uso personal.
La dislexia puede provocar que algunos estudiantes tengan problemas para desarrollar vocabulario, pues las palabras nuevas son difíciles de leer y de decodificar, por lo que poco a poco se quedan un poco atrás de sus compañeros en la adquisición de nuevas palabras, pero la exposición a materiales como audiolibros, podcast y el uso de aplicaciones para convertir en audio los textos pueden ayudarlos a familiarizarse con el sonido y el significado de las palabras, por lo que poco a poco fortalecen algunas habilidades relacionadas con la dislexia.
¿Alguna vez has escuchado un audiolibro? ¿Crees que algunos de tus alumnos podrían beneficiarse con esto? ¡Cuéntanos qué herramientas has probado y cómo te han funcionado!