A pesar de la difícil lucha que las mujeres han emprendido desde el siglo pasado, en México, y de hecho en el mundo, continúa una marcada diferencia frente a los hombres, aún son ellas las que ganan menos y quienes más abandonan los estudios por causas económicas o sociales. Sin importar esto, la importancia de la visión femenina se ha hecho evidente, los centros de trabajo poco a poco se han dado cuenta que tener mujeres como aliadas es vital, aunque en muchos casos todavía no comprenden del todo cómo incluirlas en las dinámicas de trabajo para sacar ventaja de esta diversidad. Sobre esto hablan Sally Helgesen y Julie Johnson en su libro The female vision, en donde exponen esta situación y dan algunos consejos para integrar esta visión en el mundo de hoy.
La ciencia ha contribuido a entender cuáles son las verdaderas diferencias entre ambos sexos, por ejemplo, imágenes de resonancias magnéticas han demostrado que nuestros cerebros funcionan diferente, por un lado los hombres suelen enfocarse en tareas específicas, mientras que las mujeres tienen una visión más amplia de las cosas. Debido a esto puede parecer que la visión femenina es más subjetiva, pues son capaces de ver el contexto y cómo se relacionan las cosas entre sí, incluidos aspectos emocionales.
Por otro lado, ha crecido un fenómeno que se ha denominado como la fuga de cerebros femeninos, ya que a pesar de los esfuerzos de algunas empresas o sectores por dar condiciones que fomenten el empleo femenino ellas tienden a abandonar los puestos de trabajo, eso, al parecer, se debe a que prefieren trabajos que tengan una acción en la sociedad y que puedan balancearse con la vida diaria, el día a día es más importante para ellas que la visión a futuro, mientras los hombres trabajan por lo que vendrá. Para ellas una buena paga o un buen puesto no es suficiente. Esto ha provocado que prefieran establecer sus propios negocios o acercarse a iniciativas sociales. No sentirse valoradas o una mala cultura de trabajo son factores que aceleran esto.
La crisis financiera que sufrió Estados Unidos en 2008 comprobó la necesidad de la presencia femenina en todos los aspectos, cuando la visión más amplia de las mujeres advirtió los problemas que amenazaban, sin embargo las habilidades de los hombres para enfocarse en un punto específico obstaculizaron una acción oportuna.
Aunque parte de la tarea está en las empresas o las instituciones para generar lugares que hagan sentir a las mujeres satisfechas, hay algunas cosas que ellas pueden hacer para demostrar su importancia en su lugar de trabajo: es importante que expreses tu visión de forma que a tus compañeros les resulte positiva, demuestra en números y con hechos los beneficios de tu postura; consigue aliados, gente que comparta tu opinión, que se sume a tus esfuerzos, trabajar con alguien más te dará una relación donde todos ganen y se beneficien. Por otro lado, es importante que evites hacerte responsable de muchas tareas al mismo tiempo, es mejor mantenerte enfocada que dispersa.
Los lugares de trabajo tienen la tarea de escuchar todo tipo de opiniones, el conocimiento basado en datos no es suficiente, privilegiar sólo uno de ellos desalentará a algunos inevitablemente. También se recalca que aprender a empatizar es útil, tanto al interior del lugar de trabajo como hacia afuera, de esa forma se logrará entablar mejores relaciones.