Aunque enseñar es un trabajo que constantemente trae retos y nuevas experiencias, también puede volverse rutinario y monótono o presentar desafíos demasiado complejos, uno tras otro. Esos pequeños problemas son inevitables, pero podrían afectar tu entusiasmo por dar clases, algo que es tan importante como cuidar de ti mismo o calificar exámenes.
Si ser maestro es algo que deseas hacer por mucho tiempo o si ya llevas años en la profesión, es importante mantener encendida la chispa de la pasión que te llevó ahí, tanto como sea posible.
La mejor manera de mantener despierta la pasión por educar es enfrentarte a nuevos retos constantemente, retos que puedas manejar y que te emocionen día a día. Aunque ser maestro ya es una tarea complicada y bastante cansada por sí sola, también necesita encontrar nuevos caminos, sacarte de tu rutina diaria para emocionarte a diario.
Identifica qué es lo que más te gusta
Simplemente agregar tareas a tu labor diaria no te servirá para sentirte emocionado con el trabajo, al contrario, podría cansarte de más y hacerte odiarlo por lo cansado que resulta. Por eso, es importante elegir nuestras batallas. De toda la experiencia de dar clases hay cosas que nos hacen sentir más comprometidos, puede ser la relación con tus alumnos, alguna materia o un tema en especial que te entusiasme, también puede ser la importancia de la comunidad educativa o la comunicación con los padres de familia. Elige algo que te emocione especialmente y plantea, una vez al año, algún proyecto nuevo dirigido a ese aspecto. ¿Te emociona un tema de tu programa? Haz con tus alumnos un proyecto especial cada año, que sea diferente, pero que te ayude a reafirmar tu compromiso.
Pero también lo que se dificulta
Otra área de oportunidad está en los temas que no se te facilitan tanto, escoge alguna actividad que no sea tan sencilla para ti e involúcrate con algún proyecto que te ayude a desarrollar tus habilidades en esa área. ¿Trabajar con los padres de familia te es complicado? Participa en un taller con ellos, no significa que tengas que meterte en la boca de lobo, pero podría serte útil lo que aprendas en esos proyectos. Tal vez no serán tu fuerte, pero aprender y estar abierto a nuevas experiencias te ayudará a que, en el futuro, te sea más fácil resolver situaciones de ese tipo.
¡Cosas nuevas!
Seguramente, con los años, te tocará ver cómo se introducen nuevas ideas y estrategias a las escuelas y, aunque de entrada pueden ser difíciles o parecer extrañas, son una oportunidad perfecta para cambiar un poco la rutina, arriésgate a tomar oportunidades aunque no sean exactamente lo que imaginabas o de entrada no te entusiasmen mucho, seguramente te darán nuevas experiencias y podrúias encontrar lo que buscabas.
¡Forma vínculos!
Trabajar con tantas personas durante el día a día puede ser muy complicado, siempre hay diferencias de opiniones, distintas visiones, opiniones diversas y muchas oportunidades de crear conflicto, por eso crear un sentimiento de comunidad entre tus compañeros y con los padres de tus alumnos es muy importante. Si logras establecer una relación significativa con todos ellos podrán trabajar mejor y proponer proyectos importantes que sean exitosos.
¿Complicado? Sin duda, porque no siempre te llevarás bien con ellos, pero busca dejar de lado las diferencias e intenta llevarte bien con todos, no es necesario que sean grandes amigos ni que siempre estén de acuerdo, pero tener relaciones cordiales con las personas será beneficioso para todos. Abierto al diálogo y a escuchar a todos.
Aplicar alguna de estas ideas podría servirte en el futuro, para que siempre exista algo que te emocione de dar clases y te mantengas tranquilo en el trabajo, pero interesado. ¿Cómo has hecho para no perder la pasión? Comparte con nosotros tus ideas y estrategias.