La vida del maestro es una fuente inagotable de estrés, aunque también de satisfacciones y oportunidades, por eso es importante que los profes busquen el equilibrio y se preparen para el ciclo escolar. Las vacaciones son la oportunidad perfecta para renovarse, por eso te damos algunas ideas para que vuelvas al aula lleno de energía.
La velocidad del mundo actual nos deja con poco tiempo para las tareas cotidianas, por lo que acabamos por vivir con prisa, comemos mal, dormimos poco, no hacemos ejercicio. Las vacaciones son el momento perfecto para respirar un poco y cambiar las cosas. Una alimentación más balanceada, horas suficientes de sueño y un poco de ejercicio cambiarán las cosas, tu cuerpo lo agradecerá y tu mente estará más tranquila, lo cual te dará espacio para pensar mejor las cosas que importan.
Convivir con la gente es muy importante para nuestra salud; salir con amigos y renovar lazos con nuestra familia nos ayuda a sentirnos parte de algo, compartir nuestras alegrías o tristezas y a escuchar a otros es parte importante de la vida diaria. Pero la vida laboral suele consumir esos espacios placenteros de socialización, por eso puedes aprovechar las vacaciones para reunirte con tus amigos de la escuela o salir con tu familia. También es importante darnos momentos para estar a solas, pero no dejes fuera tu lado más social, lo disfrutarás.
A veces las vacaciones parecen el momento perfecto para ponernos al día con pendientes del trabajo, pero es muy importante que exista un espacio en el que te desconectes totalmente de la escuela, las evaluaciones y los alumnos. Si tienes pendientes designa un horario específico o reserva algunos días para ello, la idea es que cuentes con tiempo para no pensar en el trabajo, para hacer cosas que se encuentren totalmente alejadas de él y te des la oportunidad de no ser profe, sino de ser tú mismo.
Suena redundante, pero en la actualidad parece que no sabemos cómo descansar, siempre estamos en medio de una actividad: recorrer las notificaciones de redes sociales, ver capítulos de una serie, terminar pendientes caseros, etc. Eso no es descansar, es una ocupación más. Descansa de verdad, apaga las luces, cierra los ojos y regálate un momento de calma, deja que tus músculos, tus ojos y tu cerebro bajen la velocidad. No será fácil, estamos demasiado acostumbrarnos a siempre tener algo qué hacer, pero practica un poco, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.
Los hábitos son los atajos de nuestro cerebro, son instrucciones que nuestro cerebro abrevia para no tener que repetirlas, se vuelven automáticas y nos hacen la vida más fácil, pero hay algunas de esas instrucciones que no nos benefician realmente, malos hábitos, o algunos instructivos que nos hacen falta para estar más sanos. Seguramente hay muchos hábitos que te gustaría cambiar o agregar a tu rutina, dejar de fumar o hacer ejercicio, por ejemplo, estas vacaciones podrían ser la oportunidad perfecta para cambiar uno solo de ellos, ese es el primer gran paso que necesitas dar para tener una vida más plena, porque al reprogramar nuestro cerebro ganaremos flexibilidad.
Cambiar un hábito o adquirir uno no es fácil, al principio debemos leer el instructivo cada vez que hacemos algo, pero con la repetición podremos abreviar los pasos, si además agregas una pequeña recompensa cada vez que repitas ese hábito le darás a tu cerebro un empujón. Algunos dicen que solo se necesitan 21 días para hacer un hábito, la verdad es que el tiempo que te tomará depende del hábito que planteas y de tu disciplina, pero transcurrido un tiempo el esfuerzo requerido será nulo.
¿Ya sabes cómo pasarás tus vacaciones? ¡Cuéntanos tus planes, queremos saber cómo piensas aprovechar estos días de descanso!