Aunque en las encuestas los estudiantes están de acuerdo en que hacer trampa, copiar tareas o exámenes y plagiar trabajos ajenos está mal, también las encuestas revelan que la mayoría de los alumnos aceptan haber hecho trampa en algún momento, para lo cual tienen una justificación.
En general las técnicas para hacer trampa en la escuela no han cambiado mucho, aún existen los acordeones, le piden a un compañero la tarea y copian durante los exámenes, pero también se han actualizado, pues la tecnología hace muy accesible la información y práctica su difusión.
Además hace difícil para los alumnos dimensionar algunos conceptos, como el de propiedad intelectual, especialmente porque las redes sociales hacen fácil compartir, copiar, modificar memes y estados, sin tener que preocuparse por quién hizo viral qué imagen, pues parece que todo lo disponible en internet les pertenece. Probablemente entre más jóvenes nuestros alumnos más difícil les sea entender que copiar un trabajo de internet no es lo mejor.
Aunque parezca cada vez más difícil combatir algunas conductas es muy importante que, como docentes, observemos las razones que llevan a los alumnos a hacer trampa, más que los métodos que usan para llevarla a cabo.
Algo curioso es que todos los alumnos, desde los que tienen mejores calificaciones hasta aquellos cuyo desempeño deja mucho que desear, hacen trampa en algún momento. Y las razones son varias.
Aquellos que están muy conscientes de lo importante de sus calificaciones, que sienten presión por las expectativas de sus padres, de sus maestros e incluso de sus compañeros, pues pensar en un fracaso académico implica mucho más que una calificación, desde la percepción social hasta una dificultad en su camino al éxito.
Esto está relacionado también con los sistemas educativos, los cuales exigen resultados cada vez más impresionantes para acceder a distintos niveles, pero estas calificaciones no siempre reflejan los aprendizajes de los estudiantes, pues las evaluaciones son muy relativas.
Para evitar que los estudiantes que se esfuerzan por obtener buenas calificaciones sientan tentación de hacer trampa es muy importante que hagamos énfasis en el salón de clases sobre la utilidad de cometer errores, así como en la importancia del proceso de aprendizaje.
Todos los estudiantes están tentados en algún momento a cometer alguna falta. Para la mayoría, en su caso particular, resulta una falta mínima o justificable, pero existe detrás de esto una visión sobre las tareas o los exámenes o incluso el plagio. Podría ser que las tareas resulten excesivas o poco útiles, podría ser que no consideren importante el hecho de plagiar contenido de internet o que los exámenes les causen cierto temor.
Recuérdales a los alumnos que su esfuerzo y el trabajo duro es importante, felicítalos cuando su esfuerzo tenga recompensas y no pongas presión sobre los alumnos sobresalientes, deja claro que cometer errores es muy natural e incluso necesario.
Evita sobrecargar a tus alumnos con tareas, busca contenidos relevantes que les ayuden a practicar, pero mide la cantidad, podría ser que demasiado trabajo tiente a los alumnos a solucionar de forma rápida.
Conversa con tus alumnos sobre el plagio, qué es y por qué es importante evitarlo, es posible que algunos no consideren algunas prácticas como plagio, por lo que necesitan conocer más sobre el tema.
¿Qué haces cuando notas que tus alumnos han hecho algún tipo de trampa?