En los años 90 la arquitectura se enfrentó a algunos problemas cuando comenzaron a surgir diseños y desarrollos que buscaban agregar opciones para que personas con diferentes discapacidades pudieran acceder a cualquier sitio, pues se dieron cuenta que era muy difícil atender cada necesidad. De esa dificultad nació la idea del diseño universal, en la que se plantea que no se deben crear espacios que atiendan necesidades específicas, sino crear espacios que sean accesibles para todas las personas, de lo cual se pueden beneficiar incluso aquellas personas que no manifiestan una discapacidad.
De esa misma inspiración surigió el concepto del Diseño Universal de Aprendizaje, en donde esta visión se aplica para la educación, con la idea de que todos los maestros enfrentan diariamente una multitud de diferencias en su salón de clases, no solo alumnos con alguna necesidad educativa específica, sino simplemente personas que aprenden de diferentes modos y a diferentes ritmos.
Precisamente debido a esa diversidad, no es tan fácil aplicar un concepto para la arquitectura en los mismos términos para personas, pero este Diseño Universal se ha basado en investigaciones de neurociencia y pedagogía, así como en el trabajo de Lev Vygotski.
La idea del Diseño Universal de Aprendizaje se basa en abordar entorno discapacitante más que una discapacidad exclusiva, pues todos somos diferentes.
Este tiene tres principios fundamentales: la representación, la expresión y la participación. Y se trata de dar al aprendizaje las herramientas necesarias para que todos, sin importar sus retos ni la forma en que trabajan sus cerebros, puedan aprender.
Se trata de dar a los alumnos la posibilidad de obtener el conocimiento por medio de diversas formas de representación, tales como imágenes, video, texto, grabaciones, exposiciones orales, gráficas o prácticas. Al dar la oportunidad de adquirir conocimientos a través de diversos medios abrirá las oportunidades para que quienes aprenden de forma visual, auditiva o kinestésica puedan obtener la información necesaria.
Esta se relaciona con la evaluación, pues se trata de abrir las oportunidades de nuestros alumnos de dar a conocer sus opiniones, pensamientos y dudas de forma escrita, oral o gráfica, al permitir que todos tengan un medio de expresión con el que se sientan cómodos y puedan realmente demostrar lo que saben y lo que aún necesitan aprender.
Esta parte se trata de hacer que los alumnos se enamoren del aprendizaje, con lo que se incentivará la participación de todos y ayudará a que los propios alumnos busquen continuar y afrontar los retos, a pesar de las dificultades que pudieran enfrentar.
Este enfoque permite que todas las personas tengan acceso a la educación sin importar sus contextos físicos o sociales, pues este enfoque engloba a todos y no solamente diferencia a unos cuantos ni busca que todos aprendan de la misma manera. Por ello sirve para todos los alumnos y beneficia a quienes tienen barreras de aprendizaje, incluso aquellas sin diagnosticar.
Un ejemplo de la aplicación del diseño universal es el uso de una rampa en un edificio, por la que pueden accesar personas sin ninguna discapacidad, pero también personas en silla de ruedas, carreolas o bicicletas; el uso de subtítulos también es un buen ejemplo, pues a través de ellos personas sordas, con dificultades para el procesamiento auditivo y personas que aprenden un nuevo idioma pueden beneficiarse.
Aunque su aplicación en el salón de clases es un reto que se debe afrontar desde diversos puntos de vista, este abordaje permite que los alumnos de todos los contextos puedan tener una educación de calidad sin ser estigmatizados.
¿Cómo crees que este diseño impactaría en tu salón de clases? ¿Ya lo conocías?