De los muchos problemas que enfrentan los maestros, la motivación en los estudiantes ha resultado uno de los más problemáticos.
¿Cómo motivar a los alumnos a estar atentos en clase e interesarse en sus actividades escolares? Puede ser difícil, porque como profesores, enfrentamos muchos retos, desde encontrar el tiempo para calificar tareas y exámenes, hablar con los padres de familia y planear clases, hasta pararnos de cabeza para mantener la atención de los alumnos por más de diez minutos, pero hay pequeños cambios que podemos implementar en nuestro día a día para que nuestros alumnos sientan curiosidad y entusiasmo de entrar a nuestra clase a diario. Aquí te damos algunas ideas.
Desde el momento que llegas hasta el momento de aplicar exámenes, no olvides divertirte un poco con tus alumnos. Algunos maestros prefieren ser serios y estrictos con sus pupilos, pero un maestro que sonríe, es amable, hace alguna broma y se divierte durante su clase (y lo expresa) tiene más posibilidades de engancharlos en su proceso de aprendizaje, pues ellos notarán que es agradable estar en el salón de clases.
Reconoce su esfuerzo
En clase solemos reconocer cuando a un alumno le ha ido bien en los exámenes o hace todas sus tareas, porque es el reflejo de un esfuerzo prolongado, pero no siempre los resultados dan verdaderas muestras. En clase, a diario, podemos ver pruebas de su esfuerzo. No se trata de que le aplaudas a tus alumnos por todo, pero para ellos será agradable que se reconozca algo más que sus calificaciones, pues aunque nos esforcemos, no siempre se gana. Así que aún si fracasan en los resultados, déjales saber que valoras el esfuerzo que hacen a diario y que siempre pueden intentar de nuevo.
Crea comunidad
Si tus alumnos se sienten parte de algo más grande es más probable que se sientan motivados para asistir a clases, participar, hacer tareas y obtener buenas calificaciones, pues la sensación de pertenencia y de que en conjunto pueden alcanzar metas creará motivaciones internas, más allá de las buenas calificaciones o los premios.
Juega con ellos
Al crear comunidad en tu grupo, puedes llevar a cabo algunas dinámicas que inviten al juego y a la diversión, en la que los alumnos puedan alcanzar metas que vayan más allá del temario de clase. Integra metodologías como la ludificación, en la que los alumnos ganan puntos, resuelven acertijos y obtienen habilidades más allá de las académicas, pues se incentiva la socialización, el trabajo en equipo y el pensamiento creativo.
Crea expectativa
Las clases pueden convertirse en algo monótono en las que el docente da a los alumnos un cúmulo de información que deberán memorizar para trasladarlo a un examen, pero si creas expectativa sobre los conocimientos que están por adquirir seguramente los harás sentirse mucho más motivados sobre lo que pasará en el salón de clases. Dales datos curiosos, dale giros a tus clases, sorpréndelos con el conocimiento.
¿Y esto para qué lo necesitamos?
Es común que los maestros se enfrenten a este problema, porque los alumnos se preuntan muchas veces para qué necesitan aprender las cosas que aprenden a diario, por lo que darles ejemplos de aplicaciones prácticas de los datos que obtienen ayudará a que se sientan realmente enganchados con las clases, pues verán una relación de la ciencia, el arte, la historia, el lenguaje y demás materias en su día a día.
¿Has intentado de todo para motivar a los alumnos? ¡Cuéntanos qué estrategias has utliizado y cómo te han funcionado!