En la escuela, uno de los grandes retos es el trabajo con los padres de familia, parte esencial del proceso educativo de nuestros alumnos, pero que no siempre están tan dispuestos a colaborar con nosotros o sencillamente la situación dificulta su participación. Aquí hicimos una lista de los tipos de papás más comúnes y algunos tips para que logres mejorar esas relaciones. ¿Identificas alguno?
Ser padre no es fácil, para muchos es una fuente de estrés, pues saben que sus hijos están expuestos a muchos peligros o situaciones que pueden poner en riesgo el éxito de los pequeños. Son papás se preocupen tanto por sus hijos que no puedan dejar de rondar durante sus actividades, sus tareas, sus exámenes, el día de escuela, etc. Seguro reconoces a esos papás que quieren hablar contigo tres veces a la semana o varias veces en un día.
Escúchalos y toma lo mejor de ellos. Trata de puntualizar la importancia de la independencia en sus hijos y hazles ver los logros que alcanzan cuando trabajan solos y se confía en ellos. En el salón inspira a tus alumnos a hacer cosas por ellos mismos e incentiva su autoconfianza.
La evolución de los padres helicópteros son los podadora, son aquellos que se preocupan tanto por el éxito y la seguridad de sus hijos que están dispuestos a quitar del camino cualquier obstáculo que los pequeños puedan enfrentar. Suelen hacer las tareas por ellos o preocuparse antes de que surja algún problema. Sin importar si los alumnos son tímidos o tienen demasiada autoconfianza, la cuestión es que esos pequeños perderán el ánimo tras el mínimo error, pues no están acostumbrados a enfrentar problemas.
Tú puedes ayudarlos si planteas retos en el salón de clases y les haces ver a tus alumnos que fallar es parte del proceso de aprender. Con los padres lo mejor es mantener una comunicación concreta y constante, trata de prevenirlos sobre lo que ocurrirá durante tus clases.
Aquellos padres que presionan a sus hijos para que sean exitosos en todos los sentidos posibles y esperan por lo menos un diez de calificación, además de logros deportivos, reconocimiento social, éxito en todos los sentidos tradicionales. Seguramente te buscarán si su pequeño baja calificaciones (aunque sea a 9) y sus hijos sentirán la presión, pues nada les impresiona. Cuando hables con ellos trata de resaltar los logros de los niños antes de exponer cualquier problemática y en el salón trabaja algunas estrategias para lidiar con el estrés o expresar emociones.
Esos padres que rara vez has visto en la escuela y que no importa cuánto te esfuerces por hablar con ellos, no te responden, son padres que confían demasiado en la escuela y esperan que algunos problemas se resuelvan ahí sin llegar a casa. Procura mantener abierto el canal de contacto, tú trata de informar sobre el alumno, envía correos, notas o mensajes, según el medio que uses, y lleva un registro completo de cualquier situación, tú haz tu parte e investiga si tu alumno tiene algún otro familiar que lo apoye en casa, esto servirá para fortalecer los lazos y tal vez encuentres apoyo en esas personas.
Aunque tampoco suelen estar mucho en la escuela se diferencian de los ausentes porque se preocupan genuinamente por sus hijos, pero la situación los obliga a estar fuera de alcance. Aprovecha el apoyo que te ofrezcan y trata de abrir las opciones para comunicarte con ellos, sé conciso cuando tengas la oportunidad de hablar con ellos y hazles sentir que cuentan contigo, esto hará más fácil que se acerquen cuando tengan la oportunidad.
Recuerda nunca juzgar. Las situaciones que vivimos nos orillan muchas veces a tomar ciertas actitudes incluso sin darnos cuenta. Nunca pierdas de vista a tus alumnos y concéntrate en los puntos positivos.