Ser estudiante no es algo tan simple, el estrés de las evaluaciones y las situaciones familiares que rara vez controlamos en edad escolar pueden provocar mucha tensión en niños y adolescentes. Siendo estudiantes, estas circunstancias a veces conllevan cambios enormes en la vida diaria y no podemos controlar esos factores, como un cambio de escuela o de grupo. Ya sea a mitad de un curso o al inicio de un ciclo escolar, el dejar atrás amigos y enfrentar la situación de ser el nuevo alumno puede ser realmente una situación compleja.
Derivado de los problemas que trajo la pandemia, el cambio de escuela aumentó considerablemente. Aquí hay algunas ideas para que esto sea más fácil en tu salón de clases, tanto para ti como para el nuevo estudiante.
Normalmente para darle la bienvenida a un nuevo alumno centramos la atención en él, le pedimos que se presente, lo colocamos al frente y lo exponemos en un momento de mucha tensión. Quizá sería bueno cambiar los papeles y ayudarle a conocer mejor el espacio al que llega, dale la oportunidad a tus otros alumnos de presentarse a sí mismos, de hablar de la escuela a la que están llegando y de cómo funcionan las cosas, desde evaluaciones hasta dinámicas internas. Si al final de la ronda de presentaciones le pides a tu alumno nuevo que se presente se sentirá más confiado y tranquilo, pues todos los demás ya hicieron lo mismo.
También puedes optar por crear actividades a lo largo de los días que le ayuden a conocer mejor a sus compañeros y a conocer mejor la escuela, actividades para romper el hielo en el que participen todos sin hacerlo sentir el centro de atención.
No se trata solo de conocer su nombre y apuntarlo en la lista, sino de conocer mejor el trasfondo que tiene, cuál es su lugar de origen, sus pasatiempos favoritos, los miembros de su familia, no por indagar en su vida personal, sino para demsotrarle que nuestro interés es más allá de su nombre en la lista de escuela. Si no quieres interrogarlo puedes agregarlo a ciertas actividades en las que muestra un poco más de su identidad. Recuerda que construir diversidad y respeto es muy importante y conocer gente nueva puede ser un gran inicio para abrir nuestra aula a nuevos mundos.
Ser el nuevo puede ser algo realmente difícil y solitario, pues hacer amigos no es tan fácil y normalmente ya todos se conocen, además los maestros no bajarán su ritmo de enseñanza y muchas actividades las hemos perdido sin saber bien qué pasa. Por ello es importante acercarnos a ellos y verificar cuál es su situación académica, dedícale unos minutos en especial para conocer mejor su nivel según la materia que impartas y ofrecerle recursos en caso de que necesite apoyo en algo específico, así como buscar que sus compañeros le asesoren con las tareas, la dinámica de participación o dudas sobre el contenido.
Con estos tips tendrás una mejor respuesta por parte de todos, tus alumnos de siempre y las caras nuevas. ¿Cuál ha sido tu experiencia en este tema? ¿Tienes alguna estrategia para estas situaciones? ¡Comparte con nosotros!