En el centro del país hay una expresión muy especial para esos problemas que parecen no tener solución. Y es que si no consigues cambiar las cosas ni con intervención divina, podrías decirle a alguien que “ni yendo a bailar a Chalma” podrás solucionar eso que te preocupa. ¿De dónde viene esa expresión?
En el Estado de México, muy cerca de Malinalco, está Chalma, un tradicional centro de peregrinaciones que aún conserva imágenes de un México que ya ha cambiado, ahí la gente llega a pedirle al señor de Chalma, una figura de Cristo de color negro, que les ayude en causas difíciles. La tradición dicta que se debe comprar una corona de flores y llegar bailando hasta el templo, de ahí el origen de la expresión.
Cabe destacar que este lugar ha sido de veneración desde mucho antes de la llegada de los españoles, pues ahí existía un templo al que también acudían los mexicas. ¿Has ido a bailar a Chalma?