Aunque la temporada tiene una emoción que no es posible evitar, muchos de nosotros conocemos algún estudiante que no muestra ningún entusiasmo por las vacaciones de diciembre. Es importante recordar que no importa el lugar ni la edad de nuestros alumnos, muchos de ellos atraviesan situaciones difíciles de resolver y para algunos la escuela representa un espacio seguro, estructurado y con personas que los hacen sentir menos vulnerables y menos solos, por eso tener a esos alumnos en mente en medio de la euforia decembrina también es importante.
Evita generalizar
Es común que se les pregunte a los alumnos cuáles son sus planes para vacaciones o qué es lo que más les emociona de salir de vacaciones, pero es realmente importante tener en mente que es posible que no todos tus alumnos estén emocionados por esos días de descanso, así que dirigir nuestras preguntas de forma distinta puede hacer una diferencia. Evita preguntar por qué están emocionados o qué los hace felices en la temporada, mejor pídeles que te digan si es que tienen planes o ayúdalos a que piensen cosas positivas para sus días de descanso, rétalos a que piensen formas de ayudar a alguien más o a crear algo.
Involucra a tu alumno en otros proyectos
Quizá este alumno tenga problemas en casa, problemas económicos o problemas de salud que evitan que disfrute las vacaciones como los demás, pero puedes apoyarlo y enseñarle a emocionarse en esta temporada por razones diferentes. Busca programas de voluntariado en la zona de tu escuela o incluso implementa algún proyecto en que puedan participar tus alumnos, aunque se trate solamente de un día en vacaciones, ese podría convertirse en el día favorito de los estudiantes.
Escúchalos
A veces es imposible solucionar problemas en casa desde la escuela, pero siempre se puede ser quien escuche a esos alumnos que podrían pasar un momento difícil. No importa si la razón de su estrés o su decepción es pequeña o grande, para ellos es importante y la mejor forma de superarla o enfrentarla es hablar de ello con alguien que nos escuche de verdad y, aunque no ofrezca una solución, si nos haga sentir menos solos, más bien acompañados en el problema que vivimos. ¡Escucha a tus alumnos!
Dales una misión especial
No se trata de tarea de vacaciones, bueno, puede que sí sea tarea de vacaciones, pero úsala como pretexto para animarlos a hacer algo diferente en sus vacaciones, que sea parte de la escuela, pero que también los ayude a experimentar un proceso especial en esos días.
Deja a tu clase una misión especial de invierno, una que tengan que documentar y explicar al regresar a la escuela. Ponte creativo en este aspecto, pero considera los recursos con los que cuentan tus niños, puede ser tan simple como escribir una historia de Navidad hasta un proyecto fotográfico del lugar en el que viven (incluso un pequeño sitio puede ofrecer grandes posibilidades). Esto podría mantener a tu alumno ocupado y emocionado durante las vacaciones.
Dales estrategias para que se sientan bien
Aunque no puedas modificar las razones por las que los alumnos se sienten preocupados, ansiosos o enojados durante sus vacaciones sí puedes darles herramientas para que conozcan, entiendan y manejen sus emociones de la mejor forma posible. Con algunas estrategias de respiración, escribir diarios, analizar lo que sienten, lo que piensan y crear nuevas formas de manejarlo les ayudará a pasar mejor los días más difíciles.
De muchas maneras, las vacaciones de diciembre son todo lo que los niños y jóvenes esperan: fiesta, regalos, descanso, días sin escuela, pero para algunos esa emoción no llega. ¿Has vivido alguna vez una situación difícil con un alumno? ¿Cómo lo has sobrellevado?