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El bullying o el acoso escolar es uno de los temas que más discusiones, preocupaciones y conversaciones levantan entre docentes, padres de familia e incluso alumnos. Aunque no es un tema nuevo, sin duda es una problema que ha recrudecido, constantemente en los medios recibimos notas preocupantes sobre sus consecuencias y a nosotros, como docentes, nos toca trabajar con ello en el salón de clases.
Sabemos de antemano que tanto sus causas como sus consecuencias no se limitan al salón de clases, sino que tienen raíces más profundas, por eso esta situación nos pone en un lugar difícil muchas veces, pues la solución sale de nuestro control, sin embargo sí podemos influir en la forma en que nuestros estudiantes conviven y se relacionan. ¿Cómo? ¡Aquí hay algunas ideas!
Aunque no podemos cambiar el contexto de nuestros alumnos, estar conscientes de cómo esto puede afectar a los estudiantes es importante. No significa que debamos conocer vida y obra de sus familias, pero una idea general de la situación que vive cada uno de ellos nos ayudará a estar al tanto en todo momento. Es muy importante, sin embargo, que evitemos cualquier prejuicio o que por lo menos estemos conscientes de cómo nuestra visión podría afectar la percepción que tenemos de los más jóvenes o de su contexto.
Esta misma consciencia es importante al conocer a nuestros alumnos, aprender sobre quiénes son, qué les gusta hacer, qué se les dificulta más y qué necesidades tienen, tanto para el aprendizaje como para la socialización.
Educar en la empatía es el paso número uno cuando hablamos de bullying y esto aplica tanto para los estudiantes como para nosotros como docentes, aprender a ver el mundo a través de los ojos del otro y de esforzarnos por comprender su situación, sus emociones, sus experiencias y por lo tanto sus acciones.
¿Cómo podemos despertar la empatía en ellos y en nosotros mismos?
A través de la experiencia y de la reflexión. Hacer lecturas en donde analicemos en conjunto las emociones de los personajes, así como sus acciones podría ser un primer paso, de esa forma los alumnos podrán exponer de forma segura su visión de las cosas, así como sus experiencias. En estos ejercicios en grupo también podemos poner en perspectiva sus prejuicios o sus puntos de vista, sin invalidarlos, pero si guiandolos a las preguntas correctas.
Crear un espíritu de comunidad en todos nuestros estudiantes es necesario, no solo al nivel del salón de clases, sino en toda la escuela. Por ello es importante que involucremos a cada alumno en las decisiones que se toman al interior del salón, los empoderemos para que su voz sea escuchada y realmente actuemos conforme a esto, no significa, claro que los alumnos deban ser lo autoridad, pero si que las decisiones que tomemos estén guiadas por sus voces. Construye junto con ellos las reglas del salón de clases y reflexiona con ellos cuál es la utilidad de cada uno de estos lineamientos. Trabaja con la Justicia Restaurativa, para que puedan trabajar en conjunto y enteder cómo es que sus acciones afectan a los demás, todo esto les hará sentir que forman parte de la comunidad escolar y no que solamente están ahí para leer o sumar.
Uno de los grandes conceptos que nos serán de utilidad para combatir el bullying sin duda es el de autoestima, si los alumnos se valoran a sí mismos por lo que son y valoran a los otros por la misma razón el bullying no será un problema en tu salón de clases. Para ello es importante empoderarlos, ayudarles a descubrir sus habilidades, pero también a valorar su trabajo duro y esfuerzo. El trabajo en equipo es esencial, en el que cada alumno aporte con sus habilidades y reciba ayuda de los otros, no solamente para una calificación, sino para tener aprendizajes profundos. Busca actividades en las que todos los alumnos tengan la oportunidad de destacar, aunque estas pueden ser diferentes cada vez.
Es importante darles herramientas a todos los estudiantes para detectarlo. Si les decimos qué es el bullying, por qué está mal y empoderamos a los alumnos a detenerlo, tendremos muchos pares de ojos atentos a esta situación. Se ha mostrado que el factor más importante en situaciones complejas de abuso escolar no son los involucrados, sino los testigos, quienes están en posición de apoyar a sus compañeros.
¿Alguna vez has enfrentado una situación de acoso escolar en tu aula? ¿Cómo trabajaste esto? ¡Comparte tus experiencias con nosotros!