Aunque las piñatas son una de las tradiciones que más distingue a México en el mundo, se dice que su origen es en realidad chino. La historia dice que Marco Polo fue testigo de una tradición que tenían los chinos para celebrar el Año Nuevo en la que golpeaban una figura en forma de buey llena de semillas. Esta misma idea la llevó el viajero a Italia, en donde se adoptó para la Cuaresma. De ahí se movió a España y finalmente los conquistadores la trajeron a México.
Existen otras versiones, pues muchos aseguran que celebraciones similares las llevaban a cabo mayas y mexicas.
En cualquier caso, la tradicional piñata mexicana tiene origen en la evangelización. Los frailes, al buscar una manera de inculcar en los pobladores de la Nueva España los preceptos religiosos adaptaron algunas fiestas con las que buscaban adoctrinar. Las pastorelas son un ejemplo, pero las piñatas estaban llenas de simbolismo.
La tradicional figura de estrella representa la tentación, por eso se adorna con colores brillantes, cada pico representa uno de los siete pecados capitales. Quien la golpea debe ir con los ojos vendados, pues esto simboliza la fe ciega en Dios y el palo es la fuerza que destruye al mal. El premio que se obtienen al romperla simboliza todos los bienes que se obtendrán si gana nuestra fe en Dios.
¿Rompes piñatas en esta época decembrina?